El lobo mata a cinco ovejas y tres corderos en Quintela de Leirado

photo_camera Vecinos de la parroquia de Redemuíños, en Quintela de Leirado, reclaman medidas ante los continuos ataques de lobo que, en los dos últimos meses, se han saldado con 13 ovejas y cinco corderos muertos. 
Vecinos de Redemuíños aseguran que se trata del cuarto ataque en los dos últimos meses

Vecinos de la parroquia de Redemuíños, en Quintela de Leirado, reclaman medidas ante los continuos ataques de lobo que, en los dos últimos meses, se han saldado con 13 ovejas y cinco corderos muertos. El último, registrado el pasado domingo, mató a cinco ovejas y tres corderos en el lugar de Souto. “Solo se libró un corderito, que lo encontré más abajo y que logró escapar, y el carnero, que fue el que llegó a casa malherido.

Lo vió un vecino todo ensangrentado y me avisó. Vino el veterinario a coserlo, a ver qué pasa con él”, relataba ayer José Novoa, el propietario del rebaño. “Miedo no tengo, no creo que ataque a las personas. Pero no contaba con él y menos a esas horas”, reconocía.

El ataque se produjo entre las 12,00 y las 14,00 horas del domingo, en una finca cerrada situada en la parte baja del pueblo. “Se ve que saltó la valla. Cuando acudí a ver lo que pasaba, alertado por el vecino, estaba comiendo en una de ellas y al verme, escapó”, describe en una situación similar a la vivida por Antonio Núñez, otro vecino que hace quince días perdió una de las 15 ovejas de su rebaño. “Ven para o xantar”, comentaba el lugareño, quien reconocía no tener miedo, “pero sí preocupación. Tienes animales para limpiar unas fincas, como pasatiempo y se les acaba cogiendo cariño. Es un problema porque por mucho que cierres la finca, ellos entran”, incidía Antonio Núñez.

A los ataques del lobo hay que añadir los daños del jabalí en huertas y viñas de la parroquia. “Yo llegué a ir por la noche a vigilar las viñas porque no daba hecho. Ahora, ya las dejé y opté por comprar las uvas. La gente se cansa”, reconocía este jubilado que ayer, a la espera de que pasen a recoger los animales muertos, comentaba como, del susto, ni el carnero ni el cordero querían salir de la cuadra. “Miraré a ver que hago, porque ahora, aunque las quieras comprar, tampoco las hay”, respondía sobre si recuperará el rebaño.

Sobre las compensaciones de la administración, los afectados no esperan gran cosa. “A una vecina le dijeron que le darían algo… pero que tardarían un año”, comentaban

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