Los peregrinos avalan el Camino de San Rosendo

Los peregrinos en su llegada a la Plaza Maior, donde les recibió el alcalde Antonio Puga.
photo_camera Los peregrinos en su llegada a la Plaza Maior, donde les recibió el alcalde Antonio Puga. (L.F.)
El grupo destaca el patrimonio y la historia de esta antigua vía portuguesa

La Praza Maior de Celanova se convirtió este domingo en la meta para una treintena de peregrinos que ha escogido el Camino de San Rosendo para ganar el Jubileo en el Año Santo Compostelano. Organizado por el colectivo MiraXurés y con la colaboración de la Asociación Camiño de San Rosendo e da Rainha Santa, constituida en 2019 para dar a conocer y promocionar este antiguo itinerario de peregrinación portugués, el grupo se reúne dos veces al mes para completar un recorrido de casi 250 kilómetros, los que separan Braga de Santiago de Compostela.

En su llegada a la villa de San Rosendo fueron recibidos por el alcalde, Antonio Puga, quien se encargó de sellar las compostelas, mientras que la organista María José Mosquera y el escritor y gestor cultural Antonio Piñeiro, les obsequiaron con un concierto de órgano y una visita guiada por el cenobio. “Está a ser unha experiencia única, repetiría mil veces. E a xornada de hoxe con este recibimento… foi marabillosa”, resumían Telma y Mariluz, vecinas de Lobios que comparten su primera peregrinación con veteranos que suman hasta veinte rutas a sus espaldas. “Eu fago dous cada ano, e iste percorrido sorprendeume moito porque ten a inocencia do Francés de hai 20 anos. Cada paso é un agasallo”, confesaba Rita Delgado, quien le augura un prometedor futuro a este itinerario que concellos, colectivos y particulares de Baixa Limia y Terra de Celanova llevan años pidiendo que se reconozca como ramal xacobeo de la Vía da Plata.

CALZADA ROMANA

La ausencia de una señalización homologada es la única pega que le pone el catalán con raíces en Trives, José María Baena, quien ya ha completado nueve caminos. “No es para alguien que se estrene, pero para quien le gusten los caminos pocos masificados resulta fantástico. Tienes tranquilidad y vas descubriendo ermitas, aldeas… la gente nos sale a recibir y lo vive como una fiesta”, describía. Sin olvidar el patrimonio natural y monumental de este itinerario, que sigue la estela de las calzadas diseñadas hace 2.000 años por los romanos.

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