La recuperación etnográfica, arquitectónica y mismo turística del burgo medieval de Vilanova dos Infantes a partir de la celebración de la romería etnográfica Raigame, que en 2023 conmemorará su vigésima edición, es uno de los ejemplos de buenas prácticas que el Inorde daba a conocer ayer a los socios europeos del proyecto Keep On, y que contó con la participación del alcalde de Celanova, Antonio Puga.
Gestores culturales y representantes institucionales llegados desde Grecia, Polonia, Países Bajos y Croacia participaban en la última sesión de trabajo, antes de la clausura del proyecto Interreg fijada para hoy en la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo de Ourense. La visibilización de las antiguas tradiciones, a partir de la recuperación de una romería de principios del siglo pasado, supuso un avance en la puesta en valor de este burgo medieval, objeto de varios proyectos de transformación urbanística, tanto pública como privada, así como diferentes iniciativas de tipo cultural.
“Todos los lugares que visitamos fueron fantásticos y creemos que existe un gran potencial para crear sinergias con productos de patrimonio cultural”, comentaba Nicolaos Thomaidis, de Paggaio (Grecia), sorprendido por la intervención arquitectónica y museística de la Torre da Homenaxe, custodia de la historia local desde los zapateros hasta la Virxe do Cristal, pero también de la huella de otras culturas dejada en estas tierras. “La visita ha sido sorprendente”, definía la representante del Instituto de Desarrollo y Relaciones Internacionales de Croacia, tras la visita a la Adega de San Vivián y el cristo románico, si bien matizaba que “fue muy interesante saber que algo similar a Raigame se organiza en el norte de Croacia, y sería interesante compartir experiencias y hacer una red de festivales”.
Orgullo vecinal
La presencia de la delegación europea no pasó desapercibida para los lugareños, muchos de los cuales se interesaban por conocer sus sensaciones y valoraciones. “Estamos muy contentos y es para presumir… ¡Qué vamos a decir nosotros!”, comentaba María Jesús Ferro, una vecina que destacaba la transformación vivida en el burgo medieval y “lo bonito que está ahora, en Raigame, en Navidad... Ha cambiado mucho. Siempre fue bonito, pero hubo muchos años que con la emigración el pueblo quedó vacío”, recordaba
Vilanova dos Infantes “es una villa especial y Raigame ha sido un elemento motor para la recuperación y preservación de las tradiciones, de todo ese patrimonio etnográfico, no solo de la recuperación tangible del núcleo. Y como ello ha podido transcender a las nuevas generaciones y el arraigo alcanzado tanto entre la poblacion local como la capacidad de atraer visitantes foráneos es notable”, concluía Enma González, gerente del Inorde, que ha propiciado este proyecto europeo.
