Ane Santesteban: “Algo tiene el aire de Ourense, mi explosión fue justo el año que me vine a vivir a Maceda"

Está en Italia entrenando en altura y cargando pilas de cara a citas como el Campeonato de España o el Tour de Francia. Y después, si no ocurre nada raro, los Juegos Olímpicos de Tokio. Ane Santesteban es, junto a Mavi García, la referente del ciclismo femenino nacional. Y vive en Ourense, en Maceda. Aunque a lo mejor muchos, incluso sus propios vecinos, desconocen que esa chica que ven cada día pedaleando es una "estrella" del ciclismo profesional. ¿La reconocen por la calle en Maceda? Bueno, ahora un poco más, pero no mucho. El famoso de la familia es Pablo (Rodríguez, biker profesional del BH Templo Cafés y novio de Ane). El bueno es él (ríe). ¿Qué tal se vive aquí? Es una pasada. Mi madre ya me dijo que el aire de Ourense debía de tener algo especial porque mi explosión fue justo el año que me vine a vivir a Maceda (2018). Fuera bromas, es un sitio espectacular para cualquier ciclista. Primero porque tienes carreteras perfectas y de todos los niveles para entrenar y segundo porque son carreteras secundarias con muy poco tráfico que te dejan entrenar al máximo. Sales a rodar cuatro horas y estás entrenando las cuatro horas. Vive en un pueblo en el que el ciclismo es el deporte rey, o eso parece. ¿Cómo se ve a la base de Maceda desde la élite internacional? Es una pasada todo el trabajo que está haciendo el Club Ciclista Maceda, pero sobre todo lo que hace Xulio (Conde). Sinceramente nunca he visto nada parecido. Las instalaciones que tienen y la pasión con la que se trabaja son impresionantes. He estado algunas veces con ellos y la verdad es que es un placer. Me ha llamado alguna vez para que vaya a entregar premios y cosas así y voy encantada. ¿Cómo empieza la historia de Ane Santesteban en el ciclismo? Por mi padre (Nico). Él era jefe de un equipo (Laguntasuna) e iba siempre con él a las carreras, pero era muy niña. Un día me dijo que la hermana de uno de los corredores del equipo también montaba en bici y ahí empecé. Al principio era todo un juego y lo compaginaba con muchos otros deportes que hacía, pero en cadetes lo dejé todo y me centré en el ciclismo. Al final eligió un deporte muy sacrificado. Sí, pero supongo que como todos si te los tomas en serio. Es duro, pero todos los esfuerzos que he hecho tengo claro que han merecido y merecen la pena. No ha sido un sacrificio, para nada. Tengo muchas ganas de seguir entrenando muy duro y peleando por conseguir los sueños que me quedan por cumplir. ¿Qué sueños son esos? Pues mira, uno que siempre he tenido muy claro es la Clásica de San Sebastián. Es una carrera a la que le tengo mucho cariño y una atención muy especial. Mi sueño ahí es pelear por estar un día en un podio y ya por soñar, porque no, un día ganarla. ¿Alguno más? Los Juegos Olímpicos siempre son un sueño, supongo que para cualquiera. Estar en ellos y hacer una gran carrera. Pero también el Giro de Italia, que es mi carrera favorita. La repercusión del ciclismo femenino ha crecido mucho en los últimos años. Se nota muchísimo el cambio que se ha dado. Es un salto en positivo enorme en los últimos años. Lo primero porque las estructuras en los equipos femeninos son cada vez más fuertes y segundo por la repercusión mediática de nuestras carreras, que es cada vez mayor. Antes era prácticamente imposible que un aficionado o incluso la familia pudiese ver una carrera nuestra y ahora son casi todas televisadas. Además, son carreras muy bonitas de ver por televisión. Aproveche para vender el producto, no se corte. Si no lo hacemos nosotras... Pero es verdad que la gente cuando ve una carrera ciclista femenina se engancha, creo incluso que le pueden gustar más que las masculinas porque son mucho más igualadas, imprevisibles y algo alocadas. ¿Qué tal está yendo la temporada hasta ahora? Está siendo un buen año. Estoy muy contenta con los resultados y con las sensaciones que estoy teniendo. En marzo y abril me tocó hacer trabajo de equipo en las clásicas de las Ardenas (La Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja) pero luego en mayo tuve más libertad para apurar mis opciones y creo que lo he hecho bien. ¿Qué viene ahora en el calendario internacional? Primero es el Campeonato de España (19 de junio) y después La Course, el Tour de Francia (26 de junio). Estos días estamos entrenando muy duro en altura para llegar lo mejor posible a esas carreras. Y después ya tocarían los Juegos Olímpicos. "Espero estar en los Juegos" La Selección Española femenina en carretera, que cuenta con dos plazas para disputar los Juegos Olímpicos de Tokio este verano, está concentrada en Sierra Nevada a las órdenes de la seleccionadora nacional, Gema Pascual. A esta concentración preparatoria para uno de los objetivos más importantes del año han acudido Mavi García (Alé BTC Ljubljana), Sheyla Gutiérrez (Movistar Team) y Eider Merino (A.R. Monex); las tres ciclistas que junto a Ane Santesteban (Team BikeExchange) optan a esas plazas que definirá la seleccionadora nacional. Por ranking, trayectoria y resultados a lo largo de la temporada, Santesteban confía en ser una de las dos elegidas para llevar el maillot de España en Tokio. ¿Cómo se deciden las plazas? El día 20 es cuando se anuncian, creo. Antes todavía tenemos que correr el Campeonato de España, pero no creo que se decida por lo que pase en esa carrera. Supongo que se analizarán los resultado de la temporada. No sé lo que va a pasar, pero sinceramente soy muy optimista y espero estar en los Juegos Olímpicos. Serían los segundos después de los de Río de Janeiro. Es una espina que tengo clavada. Para aquellos Juegos tardó mucho en saberse cuantas plazas íbamos a tener en la selección española, si una o dos, y estuvimos todas las ciclistas haciendo muchas carreras al máximo nivel para apurar todas las opciones de conseguir la plaza. Llegué a los Juegos muerta y no pude hacer la carrera que me hubiese gustado. En Río no estuve a mi verdadero nivel y quiero quitarme esa espina este verano en los de Tokio. Esa experiencia debería servirle ahora. He planificado toda la temporada pensando en los Juegos. Si luego no estoy en ellos sería un chasco, pero todo lo he enfocado para llegar ese día en mi mejor forma. Hemos planificado la temporada con dos picos de forma, el primero en el mes de mayo, para hacer buenos resultados en las carreras en las que he estado, y el segundo en los Juegos. ¿Cómo son unos Juegos desde dentro, como protagonista? Es una gozada. Es impresionante todo lo que suponen unos Juegos, todo lo que se maneja. Nunca había visto algo así en mi carrera. No se pueden comparar con nada. Los de Tokio parece que serán distintos. No se van a parecer en nada a los de Río de Janeiro, eso está claro. Ya no es solo porque pueda haber público en las competiciones, es más por todo lo que rodea a la competición, al día a día. Ya solo en los cátering que se hacían para las comidas, eran con miles de personas a la vez. Y luego la convivencia en la villa olímpica con deportistas de todos los países. Vamos a ver como son en Tokio, pero todo será distinto a los que se hayan organizado antes. Sé que le va faltar alguien a su lado. ¿El plan era que consiguiese también plaza Pablo Rodríguez e ir juntos? Hubiese sido algo muy bonito. Es una pena. Teníamos mucha ilusión los dos en poder cumplir ese sueño y estar allí los dos juntos. Incluso habíamos hablado del orden de las carreras, de que yo correría primero y luego me quedaría para poder ver la suya. Es una pena, pero estoy convencida de que Pablo va a tener otra oportunidad de estar en unos Juegos Olímpicos. Es que ir a uno Juegos y que su novio también esté clasificado... En los de Río, en una habitación muy próxima a la mía estaban una pareja y los dos eran judokas. Lo pensé muchas veces, que sería nuestro caso ahora en Tokio. Lógicamente hay más ejemplos, pero sería algo muy bonito que nos hubiese pasado a nosotros, haber vivido juntos esa experiencia. Tras la primera carrera de la Copa del Mundo tuvieron que verlo todavía más cerca. Pablo fue el segundo mejor español. Él es mucho menos expresivo que yo en esa cosas y no hablamos muchos de eso en los días siguientes, pero yo sí que tenía claro que se iba a clasificar. Si va a Tokio llevará la bandera de Errentería y la de Maceda. Suerte Todavía no tengo la plaza, pero ojalá ocurra. Espero estar en los Juegos y además hacer una buena carrera.