Félix Cao: "El importante es el jugador"

El ourensano Félix Luis Cao (22-1-1983), actual preparador físico del Betis y exjugador de CD Ourense mantendrá en el aula magna de la Facultad de ciencias empresariales (19:30 horas), una "Conversa" con los asistentes para que conozcan un poco más en detalle su trayectoria que lo llevó a formar parte de la elite del fútbol. ¿Qué le seducía como jugador? Digamos que en etapas tempranas era la parte lúdico-social. Sentirme realizado haciendo algo que me divertía o me permitía estar con los amigos e ir progresando en la vida y no estar entretenido con cosas que a lo mejor son más nocivas. A medida que uno va creciendo y teniendo una edad y experiencia y juegas en determinadas categorías, asumes la parte competitiva. ¿Cómo llega a su vida el interés por la preparación física? Cuando ingresé en la universidad era pura curiosidad y vocación por lo que era el fútbol en sí, aprendiendo todo lo que tenía que ver con mi especialidad, pero a la vez hice cursos de entrenador y másters en psicología deportiva. Sin duda fueron de gran importancia los profesores que tuve, donde trabajaban en rendimiento y con experiencia en distintos países, equipos y niveles transmitiéndome un poquito esa pasión. Al final me fui enganchando y comencé a desarrollar la parte más profesional. ¿El fútbol actual potencia aún más vuestro trabajo? Es innegable en el sentido de que tanto en categorías de fútbol base y amateur como en el profesional, donde hay más medios y recursos económicos, ya lo tienen más claro. El fútbol está potenciando todas estas cosas que están alrededor del protagonista, el futbolista. Los entrenadores están cada vez más formados, tienen que estar en constante actualización y los preparadores físicos intentamos estudiar y entender porqué se producen las lesiones. Por eso, nuestro trabajo se resume en dos objetivos: aumentar el rendimiento y evitar lesiones. Al final, todas estas figuras que están creciendo alrededor del jugador es el núcleo que está potenciada por el desarrollo del deporte. Aunque creo que lo más bonito que tiene el fútbol es la raíz y lo importante es que no deja de ser un deporte técnico-táctico y físico. ¿En aquel Ourense B de Romerito que integró lo que más afloraba la era la técnica? Como dice mi entrenador, Manuel Pellegrini, al final nosotros tenemos que quitarnos la importancia que algunos nos dan, porque somos meros conductores para lo que realmente importa, que es la capacidad de la toma de decisión de un jugador. Pero lo que determina y marca la diferencia es su técnica, lo otro simplemente es una base para poder desarrollarse y estar bien para ejecutar la parte táctica. El fútbol es un deporte de decisión y calidad y aquel Ourense B estaba por encima del nivel de esa categoría y ahora, con la perspectiva del conocimiento, te das cuenta que aparte del grupo humano era el nivel técnico que tenía de mitad de campo para adelante, donde muchos acabaron jugando en Segunda División y Segunda B. ¿Cuándo detectó que estaría ligado de otra forma al fútbol? En el momento no te das cuenta, porque lo único que intentas es disfrutarlo y vivir experiencias. Al final los niveles y las categorías están para algo, porque no tienes las denominadas capacidades físicas y sobretodo las técnicas que te habilitan para el resto. La cabeza la tenía bien amueblada (risas), pero al final lo que piensa el cerebro no es capaz de ejecutarlo porque no tiene esa capacidad y a partir de ahí los niveles te van poniendo en su sitio o también incluso lo que mucha gente dice 'este jugador tiene muchas capacidades, pero no tenía cabeza'. Hoy en día la cabeza es una parte de la estructura y se puede trabajar con ella. Hay jugadores que cojean de esa parte y hay que intentar ayudarlos. En mi caso, cuando llegué a la Preferente y a Tercera División quería seguir jugando porque no me daba el nivel para estar más arriba y con 27 años colgué las botas y me fui volcando en los estudios. ¿Su presente es fruto de la casualidad o causalidad? Un binomio perfecto entre ambas cosas, porque tenía la formación y además el Nivel 3 como entrenador, pero como yo hay mucha más gente preparada y ahí es donde interviene la causalidad. Tomé la decisión a raíz de una serie de circunstancias laborables de irme a China en un fútbol emergente, un poquito peculiar y allí es donde coozco a Pellegrini y sobretodo a su mano derecha, José Cabello, que me da la oportunidad de trabajar casi cuatro años y pico que llevo con ellos. Entiendo que tenía la base, la información, pero como yo podían haber escogido a mil en todos los equipos que estuvieron. ¿Su madre está orgullosa de que se lo conozca por su apellido? Es que Fernández es muy común y fue Luis Casais que me decía que utilizara el de ella lo cual es motivo de vacile en las comidas, parece que reniego de mi padre(risas). ¿La próxima temporada vivirá otra experiencia que antes disfrutaba desde el sofá? Jamás lo soñé, pero que era un objetivo, un anhelo, un deseo que trabajaba para ello e invirtiendo muchas horas, sacrificio y kilometros. Por eso, donde he llegado trato de disfrutarlo en el día a día como lo que es, un sueño y así poder participar de una competición europea o ganar un título como obtuvo mi cuerpo técnico en la Premier. ¿Esta "Conversa" es otro reto? No me veía volviendo a Ourense, pero como regreso con más frecuencia a mi tierra, a mi casa y a mi ambiente acepté esta propuesta porque es también un poquito las experiencias que te van sucediendo y darte cuenta de lo que es realmente importante: las personas, la familia y los amigos de verdad. Debo reconocer que no soy una persona de exponerme públicamente por la profesión que tengo y con la gente que trabajo. Ya sabes que de fútbol y de política todo el mundo opina. Yo prefiero hacer mi trabajo, pero me presté a esto porque me gustaba interactuar un poquito con lo que es mi ciudad, mi gente. Al final Ourense es un ambiente familiar y muchos de los que acudirán a este encuentro tal vez no conozcan muchas facetas de mi persona y me tengan encasillado en aquel Ourense B.