La carrera popular do San Martiño regresa con aires de grandeza, con aires más de carrera que de popular. Porque la cita atlética ourensana por excelencia, el domingo 14, deja atrás el parón al que se vio obligada por culpa de la epidemia provocada por el covid y decide instalarse en la élite, permitiendo apenas dos mil corredores, todos ellos absolutos, dos millares de plazas de las que doscientas quedan reservadas para atletas de alto nivel. Más aún, treinta de ellos se calzarán las zapatillas gracias a una invitación exclusiva de los organizadores.
La semana previa a la competición se conocerá el protocolo de la carrera. Un poco más cerca del comienzo, cinco días antes, se le comunicará a los inscritos si es necesaria una prueba de antígenos o si es suficiente con tener el pasaporte covid. Aspecto importante éste, porque la incidencia en España está subiendo pero de forma sostenida pero en países como Alemania se batieron este viernes las peores cifras, registró más contagios que en los peores tiempos de la pandemia, cuando las vacunas eran un anhelo todavía no conseguido.
Otra de las incógnitas incumbe al desarrollo de la carrera. El circuito, que está homologado, incluye a la San Martiño dentro del calendario de pruebas oficiales de la Federación gallega, con lo que seguirá el protocolo fisicovid de la Xunta de Galicia. Es por ello la salida está previsto se dé de forma escalonada. A día de hoy, el pistoletazo sería en grupos de cien corredores, que podrían ser más, o menos, en función de la evolución sanitaria.
Confirmado que la carrera solo la disputarán los atletas absolutos, la San Martiño 2021 no tendrá carreras para los más pequeños, que no podrán sumarse a la cita por culpa de una epidemia que todavía no se ha ido. Con todo, los organizadores contemplan la posibilidad de realizar una carrera posterior que la sustituya. En este sentido, Expourense acogerá en esas fechas la feria del Deporte y el Turismo activo de Galicia, “Sportur”, y será entonces cuando se valore la opción de organizar una carrera para menores.
En los últimos años, la San Martiño, además de la carrera absoluta, contaba en el programa con una prueba para escolares, otra más para los denominados cariñosamente pitufos y una más inclusiva.
Dos mil corredores absolutos con la intención de desbancar al ourensano Alejandro Fernández, vencedor con una autoridad superior a los veinte segundos en la edición de 2019 bordeando la media hora sobre el asfalto. Iván Roade y Fernando Vidal le secundaron en el podio.
