Otra tarde de locura y éxtasis en Espiñedo, y ya van unas cuantas. El Arenteiro derrotó por tres goles a cero al Panadería Pulido-San Mateo y mató dos pájaros de un tiro. Por un lado, ya está en las semifinales de la Copa Federación; por otro, garantizó por segunda temporada consecutiva repetir presencia en la Copa del Rey. Hasta O Carballiño volverá un equipo de Primera División, que por cierto no será el Valencia, su rival la pasada edición.
O Carballiño y el Arenteiro están desatados. La comunión entre equipo y afición hace muchos años que no se ve en Ourense. Sirvan algunos ejemplos. Ayer al mediodía ya se habían vendido más de mil entradas, por la tarde antes del partido llegaron a las 1.500, que se dice pronto. Llamaba la atención ver como una hora antes del partido había colas, tanto para adquirir una localidad como para entrar en el campo. Ver para creer.
Con ese ambiente, nada podía salir mal. Y eso que por la mañana el máximo responsable de los canarios espoleó a los suyos con una suculenta prima de 30.000 euros si pasaban ronda. Pero ya se sabe que el dinero no lo es todo.
De todo lo demás se encargaron los que actúan sobre el verde. Salieron hipermotivados y dejándole claro a los canarios lo mucho que se jugaban, aunque era lo mismo para ambos. Joseca por la izquierda y Germán Novoa por la derecha expusieron en solo cinco minutos lo que iban a tener que sudar los panaderos. Y en el seis, bingo. Centro lateral de Pibe que Marquitos mandó al fondo de la red: 1-0. Todo iba sobre ruedas. El Arenteiro anestesió el partido y los visitantes sí que tuvieron los últimos diez minutos de la primera parte de control y una ocasión de Alé, pero poco más.
En la segunda solo soplaba aire verde. Cierto que los canarios, como es típico en ellos, tienen buenos peloteros, pero no era el día. Llevaban el dominio, pero los verdes estaban cómodos. Avisó Antón Escobar con un remate de cabeza que se le fue fuera por muy poco en el 50. En el 66, una contra desde campo propio con un tuya-mía de Escobar y Pibe, que finalizó este último, pero el poste evitó el gol. Y en el 69, el 2-0. Saque de esquina de Joseca y magistral remate de cabeza de Manín. Locura en el verde y en las gradas. Ya no se podía ir el partido. Y así fue.
Los canarios acusaron el golpe y se fueron del partido, mentalmente. El Arenteiro se gustaba y se veía que iba a caer otro gol. En el 72 Pibe cede a Escobar, que centra raso para Marquitos que solo tenía que empujarla, no estuvo fino y la salvó el portero. Y en el 75, el tercero. Internada de Rafa Mella que centra y Antón Escobar no perdona y manda al fondo de la red. Quedaba un cuarto de hora, pero ya estaba todo resuelto.
El árbitro fue condescendiente y apenas descontó. No era necesario. Euforia colectiva y a disfrutar. La Copa del Rey está asegurada, pero sigue el maratón. El domingo, liga ante el líder en Espiñedo y el miércoles, más madera, el Real Unión en Copa Federación. ¿Quién dijo cansancio?
Justo: “Todo esto es una machada”
Eufórico y feliz estaba el técnico Fran Justo, técnico local, al final del partido. “Necesitamos tiempo para darle valor a lo que acabamos de hacer y estamos haciendo. Es una machada lo que han hecho estos jugadores y se merecen todo”. Ya entrando en el partido afirmó que, “fue importante abrir tan pronto el partido para que ellos se tuvieran que abrir más y no estuvieran cómodos. Estuvimos bien hicimos el segundo gol y llegamos al final sin sufrir”. Y volvió a terminar con elogios, “lo que estamos haciendo es impresionante, culminamos un sueño y ahora vamos a volver a disfrutar de un partido ante un Primera División, algo que con lo de la temporada pasada pensamos que no se iba a volver a repetir”.
