El fútbol de Ourense se desangra en los últimos 10 años: 37 equipos menos

El campo de As Escolas donde el Manchica jugó hasta desaparecer en la liga 19-20
photo_camera El campo de As Escolas donde el Manchica jugó hasta desaparecer en la liga 19-20
El Sporting Sarreaus, que se dio de baja la pasada semana, eleva a 37 el número de equipos de menos desde 2013 

El fútbol ourensano tocó techo en la temporada 2012-13, cuando contaba con 89 clubes entre Primera, Segunda y Tercera Galicia. Diez años después hay 52, 37 se han perdido por el camino. El pasado miércoles se producía la desaparición del Sporting Sarreaus, que había debutado en el Grupo III de la categoría de plata y hace un par de semanas atrás le ocurría lo mismo al Sande, en este caso por falta de jugadores.

A través de la historia del fútbol regional, en los distintos enclaves de la provincia sus lugares querían presumir de tener un representante en una competición federada, pero no siempre es sencillo mantenerlo viable según avanza el tiempo.

En la última década, una situación curiosa fue aquel filial del Atlético Vilariño, que siendo campeón de grupo se vio abocado a desaparecer.

En la campaña 13-14 fue cuando se produjeron el mayor número de retiradas (11), entre ellas la del CD Ourense B, que se despidió ganando la Copa Diputación. No fue el único filial, el del Paderne y el del Antela también bajaron la persiana, aunque este último club reapareció en el presente ejercicio.

Lo más inexplicable fue lo ocurrido con el Barbadás B en la liga 14-15, donde ocupando plaza de ascenso a la Preferente, el plantel de Ecay no pudo disfrutar de ese logro. Siete años más tarde el filial azulón retornaba tras la marcha de sus vecinos del Valenzá.  Mientras, el Arcos no pudo continuar la competición al retirarse en la segunda vuelta.

Más curiosa fue la participación del Allariz B, que no siguió adelante en la 14-15, regresó tres años después  y su ascenso se quedó sin efecto por desaparecer por segunda vez. Pero para el club presidido por Farruco no hay dos sin tres y volvió esta temporada.

El Castrelo de Miño hizo de nuevo acto de presencia en 2012, pero sus ilusiones se esfumaron cuatro años más tarde. El Boado, que llegó jugar en Primera y vivir un derbi ante el Antela, se marchaba al cierre de la campaña 15-16. Peroxa B y Vilardevós completaron las bajas de aquella temporada, aunque estos últimos resucitaron hace dos campañas. 

Otra de las situaciones más llamativas se produjo en la temporada 17-18, cuando el Ribeiro, que había alcanzado su cuota más alta desde su fundación al jugar en Preferente, descendió a Primera  y puso punto y final al proyecto.

La sangría de clubes que dejaron de competir siguió su curso, aunque sorpresivamente a lo largo de liga 18-19 no se produjo ninguna baja. Terminó siendo una espejismo en el constante goteo de bajas campaña tras campaña.

La presencia del covid

La temporada 19-20 tuvo tuvo que “convivir” con la pandemia y las ligas quedaron inconclusas. El peculiar equipo de Os Chaos no pudo hacer frente a los rigores federativos, aunque solo fue por un año ypor falta de efectivos. Su presidente, Pepe Pego, volvió de inmediato al ruedo. Algo similar le ocurrió al Pontedeva y el A Merca que, habiendo logrado una de las plazas de ascenso a Segunda se vieron ante la necesidad de bajar la persiana.

En la pasada campaña caerían cinco equipos, entre ellos un Padrenda que ya había pasado por esta experiencia nada agradable, el filial del Velle y hasta la Escuela Deportiva de Xinzo, hoy representado por el Antela B.

Lo del Mugares debut y despedida, mientras que el Leiro al no encontrar un relevo en la directiva terminó diciendo adiós, pero con la ilusión de renacer.

Quique Cougil (Ramirás): “Paso en bici varias veces por el campo y se me cae el alma al suelo”
Para el que fuera jugador y técnico del Ramirás “fue una pena enorme su desaparición. Andando en bici pasé varias veces por el campo y la verdad se me cae el alma al suelo de como está abandonado. Fue un sitio donde disfruté entrenando como el que más. Cuando falleció el presidente Adolfo Feijóo el club podía durar 2 o 3 años y por desgracia se cumplió”.
Miguel Fernández (Barbantes): “No es agradable que desaparezca y más siendo tú su presidente”
“Para mí había dos aspectos bien diferenciados. Por una parte, no es nada agradable que desaparezca un equipo y más siendo tú el presidente, pero también supuso un alivio porque en ese momento tenía muchas cosas que atender y me era realmente imposible compatibilizarlo. Me hubiese gustado que apareciera un relevo”, dijo el último mandatario.
Javier Sendín (Ribeiro): “Nunca percibí una inquietud de la gente en retomar el proyecto”
“En ese momento intenté que alguien me hiciera el relevo, a pesar de hacer reuniones y una asamblea, nadie dio el paso al frente para coger el club”. El que fuera presidente llevando el peso administrativo y deportivo dejó claro que no había motivos de un posible regreso del club. “Nunca percibí una inquietud para que la gente volviera a retomar el proyecto”.
Judit Domínguez (Manchica): “Fue un fastidio que un club de larga trayectoria dejara de jugar”
La última presidenta del Manchica denotaba cierto fastidio “que un equipo con una trayectoria larga tenga que dejar de jugar. Eso sí, estoy contenta de haberlo dejado por el problema que había en su día. Aquí en A Merca no tiran nada por el fútbol, entonces no hay muchas ayudas ni empuje. Todo son palabras bonitas, pero a la hora de la verdad, nada”.
José Armada (Bande): “El apoyo económico no era el suficiente para ser viable deportivamente”
El Bande, uno de los últimos equipos en desaparecer, con un paso por la Preferente. Su expresidente, José Antonio Armada, comentó que “el apoyo económico no era el suficiente para la viabilidad del proyecto. Está claro que lo que fue la pandemia fue lo que de alguna forma empujó a que el equipo sénior no continuase, aunque sigue habiendo uno de base”.

Te puede interesar