La prueba reina de la San Martiño de Ourense, una de las carreras populares de mayor tradición del calendario gallego, no varía su circuito con respecto a ediciones anteriores, pasando de nuevo por las principales calles de la ciudad.
Serán, de nuevo, 10 kilómetros de gran exigencia y con un desnivel a considerar que animan a controlar el ritmo en los primeros tramos, llegando "con aire" al ecuador de la prueba, cuando ya se ha superado lo peor.
El circuito discurre por Ponte do Milenio (icónica rampa de salida a la prueba, de nuevo), Avda. Xesús Pousa, Praza da Estación, Avda. das Caldas, Ponte Vella, Progreso, Tras Alameda, Dr. Fleming, Ervedelo, Avda. de Portugal, Avda. de Marcelo Macías, Avda. de Zamora, Bonhome, Galicia, Fernández-Oxea, Lugo, Padre Feijoo, Colón, Moratín, Obispo Carrascosa y Praza Maior.
Después de la Praza Maior, los atletas seguirán avanzando por Lamas Carvajal, Paseo, Curros Enríquez, Avda. da Habana, Cardenal Quevedo, Avda. Rodríguez Castelao, Avda. Otero Pedrayo, Curros Enríquez, Ponte Nova, Avda. de Marín, Vicente Risco, Francisca Herrera, Avda. De Santiago, Avda. das Caldas, Ponte Vella y Pardo de Cela; donde se ubicará la meta, que aguardará a todos aquellos capaces de completar el exigente recorrido.
La salida se da a 100 metros de altitud, y los primeros 5 kilómetros pican hacia arriba, ascendiendo hasta los 129 metros, y, en un sube y baja constante, se llega hasta el kilómetro 8.
En el último "dosmil", el trazado permite correr a gran velocidad al ser favorable. A lo largo del recorrido, entre cuestas arriba y abajo, se asciende un desnivel positivo de 188 metros y se descienden 181.