Jesús Rodríguez León ya tiene su doblete de oro en el Mundial de piragüismo en la modalidad de maratón, en Bascov (Rumanía), en la categoría de 40-44 años. Apenas 24 horas después de conseguir por vez primera en su palmarés un título mundialista individual, el palista valdeorrés se subió a lo más alto del podio, en esta ocasión en embarcación doble, formando pareja con Santiago Cruz, eumés del Club Náutico Firrete y su cuñado.
El tándem Rodríguez-Cruz lideró la prueba desarrollada en el río Arges: 19 kilómetros en un circuito de 3.800 metros al que debían dar cinco vueltas que incluían cuatro porteos (salir del agua y transportar la embarcación a mano) de 200 metros. Los gallegos, que invirtieron 1 hora 22 minutos 27 segundos necesitaron trabajar mucho su victoria, puesto que aventajaron en apenas 6,25 segundos a la dupla argentina formada por los Caffa, Rodrigo y Mauricio. Bastante más lejos, a algo más de tres minutos, entró la pareja italiana Andra Cattaneo-Alessandro Tiozzo, que completó el podio.
“Prácticamente fue un esprint de 1,2 kilómetros, los 200 metros del último porteo y los 1.000 metros finales, ya de nuevo sobre la piragua. Fuimos más listos. Desembarcamos más rápido antes del porteo final y esos pocos metros que logramos de ventaja fueron los que lanzaron ya la lucha definitiva por el oro. Conseguimos aguantar haciendo un gran trabajo, para llegar primeros”, afirma Jesús Rodríguez León.
“Ha sido una gran victoria, porque los argentinos están en este momento en el ”top-10” mundial, pero en categoría absoluta. De hecho competirán dentro de unos días en el Mundial absoluto, son una pareja fortísima”, añade el valdeorrés.
El integrante del Fluvial O Barco considera clave el tramo final de preparación para esta cita. “Ha sido un año durísimo de trabajo, pero la preparación fue perfecta y clave las últimas regatas. En el Descenso do Eume, hace unas semanas, logré mi decimoctava victoria (no consecutivas, porque un año fue segundo)”. También 18 victorias, estas sí consecutivas, lleva en la prueba de casa, el Descenso del Sil de O Barco. “Estos dos últimos años no se disputó, por culpa de la pandemia. La salida es una zona muy estrecha y se juntan 450 piraguas, por lo que es inviable organizarla en esta situación”.
LA COMPETICIÓN PERFECTA
Rodríguez León es consciente de que “aquí (en Rumanía) salió todo perfecto, mejor de lo esperado. En el K1 tenía como gran rival al irlandés Peter Egan, que me había ganado en el Mundial de China. Tanto yo como Alberto (Lumbreras, que fue subcampeón), estábamos muy fuertes. Tiramos juntos y la verdad es que abrimos hueco pronto. Después, cuando ya veíamos el oro y la plata, fue cuando nos lo jugamos nosotros. Creo que pude haberme ido antes, pero aseguramos el doblete para España”.
Hoy, viaje de vuelta hasta O Barco, aunque deseando mucha suerte a dos compañeros del Fluvial O Barco (Julián Becerro y Miguel Fernández), que el fin de semana lucharán por el podio en el K2 absoluto. “El circuito es muy exigente, pero en el último Mundial fueron quinto y tienen opciones”.
