Unas vacaciones bien distintas para el Ourense CF

Los dos equipos ourensanos que compiten en Primera Federación, Arenteiro y Ourense CF, ya están desde ayer de vacaciones de navidad oficialmente, aunque se han ido con una clasificación y también unas sensaciones bien diferentes. El Arenteiro, que es el más veterano porque cumple su segunda temporada en la categoría, lo hizo con la idea de haber hecho los deberes en estas 18 jornadas disputadas en una liga que se presentaba con muchas incógnitas dado los numerosos cambios que presentaba el plantel tras la marcha del cuerpo técnico encabezado por el ourensano Javi Rey, que puso rumbo a la Ponferradina. Y también la mayoría del once titular de la pasada campaña dejó el club. Con todo, el director deportivo, Álex Vázquez, volvió hacer encaje de bolillos para completar la plantilla. Apuró hasta los últimos días e incluso firmó a tres jugadores ya con la liga iniciada. Pero volvió acertar.

El comienzo fue furo con dos derrotas, en Tarazona y en casa ante el Cultural Leonesa en las dos primeras jornadas. Hubo paciencia y el equipo poco a poco fue cogiéndole el aire a la categoría y empezaron a llegar los buenos resultados. Un empate en Vigo y la victoria en casa ante el Bilbao Athletic le cambiaron la cara a un equipo que empezó a escalar posiciones y sumar victorias que le llevaron a estar muchas jornadas en puestos de promoción e incluso varias como segundo clasificado. Tan buena fue la trayectoria y el colchón de puntos conseguido que en los últimos siete partidos de liga solo ha conseguido una victoria y aun así está situado octavo clasificado con 26 puntos, a dos de los puestos de promoción de ascenso. Los verdes tienen 26 puntos, tres más que la temporada pasada cuando se hablaba de un “temporadón”. El problema es que tienen a la gente tan malacostumbrada que ya todo lo que hacen parece poca cosa.

Rubén Domínguez tomó la decisión de abandonar el equipo azulón y Pablo López llegó para suplirle

El Ourense CF es otro cantar. Después de haber conseguido un ascenso histórico con unos números envidiables, empezaron un nuevo proyecto con muchas caras nuevas, pero no arrancó nada bien. Pese a la buena imagen del primer partido en Tarragona con empate incluido el equipo despegaba. Dos derrotas seguidas daban paso a un empate engañoso que trajo otras dos derrotas. La última ante el Barakaldo hizo mucho daño y dejó a Rubén Domínguez, el alma máter del proyecto de los de Oira empezando en Tercera División, muy tocado. Un empate ante Unionistas y dos nuevas derrotas ante Leonesa y Arenteiro precipitaron la marcha del técnico, que decidió apartarse. Dos semanas de vacío con el resto del cuerpo técnico al frente valieron para ganar el primer partido en Bilbao, pasar la primera eliminatoria de Copa en Guijuelo y empatar en casa con el Andorra. Llegó Pablo López al banquillo azulón y los resultados cambiaron.

Comenzó con derrota en Balaídos ante el Celta Fortuna, para encadenar tres victorias seguidas que le dieron vida a un equipo que estaba en coma y pasó a planta. Le siguieron dos empates como mal menor y además la eliminación en la segunda ronda de Copa del Rey del Deportivo de la Coruña, con un campo de O Couto lleno como hacía mucho tiempo que no se veía. La derrota de este domingo ante la Real Sociedad B no debe empañar una recuperación que ahora marcha por el buen camino, eso sí, sin mucho margen para seguir cometiendo errores.

Ahora llega el parón navideño, se vuelve abrir la ventana de fichajes. Los dos equipos ourensanos se van a mover y en los próximos días llegarán caras nuevas para reforzar las plantillas.