“Se veía venir”

Varios jugadores del Ourense se despiden de la afición tras el último partido de Liga
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El mundo del fútbol, el entorno del Ourense y los ourensanistas lamentan la inminente desaparición de un club arrinconado por la deudas desde hace años

La próxima semana la jueza Eva Martínez Gallego, titular del juzgado de primera instancia número 4 de Ourense, podría nombrar liquidador para un Club Deportivo Ourense ya condenado a la desaparición. La culpa la tienen los entre ocho y diez millones de euros de deuda que se empezarán después a recopilar con acreedores y a buscar responsabilidades y responsables.

Un proceso largo pero que tienen desde el primer día una consecuencia funesta para el club deportivo. Un epílogo que deja sensaciones similares entre cualquier ourensano u ourensanista al que se le pregunte. Ex jugadores, entrenadores, directivos, aficionados o responsables políticos tienen en sus discursos un denominador común, la "tristeza", y también la sensación de que "se veía venir".

Manolo Tomé es un referente indiscutible. Uno de los mejores jugadores y entrenador en dos etapas. "Es una pena. Es como cuando se te muere un amigo, te deja un hueco que no se puede llenar", dice Tomé. Y añade: "Se veía venir. Es una pena pero en los últimos años el club tenía problemas enormes".

Dani Pinillos también llegó a Primera División vía Ourense. Lo hizo esta misma temporada con el Córdoba abandonando el club rojillo en enero: "Es un pena porque la afición era buena y toda la gente con la que tuve relación me trató muy bien. Uno no piensa que puede acabar tan mal pero cuando llega enero, ya te deben tres nóminas y ni te garantizan lo que ya te deben te das cuenta que van a venir mucho problemass".

El arbitraje es parte imprescindible del fútbol y en Ourense varios colegiados han alcanzado el máximo. Bernardino González Vázquez fue uno de los mejores colegiados nacionales hasta llegar a ser internacional. "Es una pena que uno de los equipos de referente que tenemos en la provincia se nos quede en el camino. Tenemos que sacar conclusiones y ver como podemos aplicarlas para que cosas así no vuelvan a ocurrir". Y tampoco varía el discurso del "se veía venir desde hacía años porque cada verano había problemas para salir del atolladero".

En la Diputación asume la parcela deportiva de una institución que preside Manuel Baltar. Habla del Ourense como aficionado, dejando al margen la parcela institucional: "Es algo más que un club para esta provincia, es un referente". Y piensa en futuro y en positivo: "La gestión de los últimos años y el momento actual que vivimos confirmaron que la autogestión del club era imposible. Nos tiene que servir para replantearnos muchas cosas. El futuro está ahí y debemos luchar contra el victimismo. Ourense volverá a tener fútbol donde quieran tenerlo los aficionados".

Desde la grada la visión no es muy distinta y lo confirma uno de los impulsores de la Plataforma que ha conseguido fundar un nuevo club, la Unión Deportiva Ourensana, Modesto García: "Esta situación se arrastraba desde hacía años y ves que en cualquier momento puede reventar todo". Aunque es crítico con las instituciones: "Sientes tristeza, rabia y vergüenza. Estoy convencido de que en otra ciudad o en otra provincia esto no habría ocurrido, se habría solucionado".

También desde la grada y en el día a día casi desde dentro del club lo vivió buena parte de su vida Ricardo Seguín. Un cuarto de siglo informando de Club Deportivo Ourense en el diario La Región. "Muy triste, es muy triste que le pase algo así a un club con tanta tradición", explica. Y trata explicar y resumir las sensaciones de los protagonistas anteriores: "Hubo demasiados vaivenes. Estuvo manejado por el Grupo Bahía, que lo hundió, y el resto de los directivos no lo supieron controlar. Es algo que se veía venir desde hacía mucho tiempo".

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