Victoria clave en Os Carrís para el Barbadás

Xinzo fue un jugador clave por su trabajo con y sin balón ante la defensa del Viveiro.
photo_camera Xinzo fue un jugador clave por su trabajo con y sin balón ante la defensa del Viveiro.
El conjunto de Agustín Ruiz firmó un triunfo que vale media permanencia tras realizar un excelente primer tiempo 

El Barbadás dio un paso clave para la permanencia en un partido que como reconocía su técnico en la previa, Agustín Ruiz, de conseguir el triunfo supondría tener la mitad del objetivo conseguido. Y lo hizo con un excelente primer tiempo, donde pudo conseguir incluso más ventaja en el marcador, pero sufriendo en el segundo tiempo el empuje de un Viveiro que rozó el empate en varias ocasiones.

Era un partido complicado por el juego físico del rival y se esperaba un encuentro con pocas ocasiones en ambas porterías, en el que ganar los duelos resultaría clave, así como aprovechar las opciones de gol. Pero este plan inicial de partido solo se mantuvo el primer cuarto de hora, donde el Barbadás lo tenía controlado, pero bajo el tipo de partido que mejor le iba a un Viveiro que incluso dio sensación de peligro en varias incursiones por banda derecha que no encontraron rematador. 

Pero la última media hora del primer tiempo fue una demostración del estilo del Barbadás, controlando el partido en todas las facetas del mismo, realizando un fútbol vistoso y de garra que encandiló a la grada, con la recompensa adicional de dos goles que incluso pudieron ser más de estar más preciso en los últimos metros ante la portería rival. 

 Juanma ofreció un recital en medio campo, José Ramón puso la calidad en los últimos metros y el bloque defensivo trabajó de forma impecable para lograr que el Viveiro apenas saliese de su área. El resultado fueron dos goles con Juanma redondando su gran actuación en el primero con un remate lejos del alcance de Rubén tras una gran jugada colectiva y Osián aprovechando un error defensivo por empuje, consiguiendo sobrepasar al defensa y definir ante Rubén con un buen remate por bajo al palo corto. 

Sin embargo, todo cambió tras el descanso con los cambios introducidos en un Viveiro más intenso, que pasó a ganar los duelos y balones divididos y que consiguió tener más claridad y velocidad ante la portería de un Borja que vivió un período de inquietud por las continuas llegadas del rival. Gamarra aprovechó una de ellas para poner la preocupación en las gradas con media hora por delante de juego, pero con los cambios que fue introduciendo Agustín Ruiz y el apoyo de la grada, el equipo se fue asentando de nuevo sobre el terreno de juego, consiguió dejar de pasar apuros defensivos e incluso dispuso de un par de opciones para sentenciar un partido que a los puntos mereció ganar, pero en el que acabó sufriendo más de lo que hubiese deseado.

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