El belga Freddy Loix, pilotando un Skoda Fabia S2000 del equipo oficial, logró su octava victoria en el rallye de Ypres, sexta cita de la temporada valedera para el ERC, un rally disputado bajo unas condiciones climatológicas muy adversas, con intensas lluvias y tramos que en muchas zonas acumulaban una gran cantidad de barro.
El piloto local fue el gran dominador desde la primera especial, dedicándose durante el primer día a ir acumulando los mejores tiempos en cada tramo para afrontar una segunda etapa más tranquila, en la que controló a sus rivales.
El francés Bouffier y el irlandés Breen, que marcó cinco 'scratch' consecutivos, eran esos pilotos a controlar. Breen se llegó a colocar a poco más de 20 segundos de Bouffier, que reaccionó con seis mejores tiempos, poniendo a Breen a una distancia de menos de medio minuto a falta del último tramo.
En esta especial, Breen cometía una salida de carretera y se quedada empanzado con su Peugeot 207 S2000, perdiendo en principio toda opción de lograr la tercera plaza, pero la suerte se aliaba con él debido a que la especial era anulada ante el incendio que sufrieron dos participantes, el belga Davy Vanneste y su Peugeot 207 y el Ford Fiesta del finlandés Mikko Pajunen, logrando sacar el vehículo con la ayuda del público y conservando su puesto en la llegada al parque cerrado.
Andy Lefever lograba situar su Mitsubishi Lancer Evo X R4 en la cuarta posición, el primer no S2000 en la meta, en tanto el Ford Fiesta S2000 de Hermen Kobus acabó quinto y Michael Solowow, con un Ford Fiesta RRC, sexto.
Mención especial merece la belga Melissa Debackere, con un Peugeot 207 S2000, séptima tras haber marcado varios tiempos entre el séptimo y octavo puesto, con una regularidad propia de pilotos experimentados
En este rally también se produjo el debut de los dos primeros modelos de la categoría R5, que compitieron como vehículos de organización porque todavía no están homologados por la FIA.
El Ford Fiesta lo hizo en manos del piloto local Thierry Neuville y el Peugeot 208 T16 de Kris Meeke, siendo éste último el que sufrió algunos problemas, que le imposibilitaron completar la totalidad de los tramos.
El francés Bouffier y el irlandés Breen, que marcó cinco 'scratch' consecutivos, eran esos pilotos a controlar. Breen se llegó a colocar a poco más de 20 segundos de Bouffier, que reaccionó con seis mejores tiempos, poniendo a Breen a una distancia de menos de medio minuto a falta del último tramo.
En esta especial, Breen cometía una salida de carretera y se quedada empanzado con su Peugeot 207 S2000, perdiendo en principio toda opción de lograr la tercera plaza, pero la suerte se aliaba con él debido a que la especial era anulada ante el incendio que sufrieron dos participantes, el belga Davy Vanneste y su Peugeot 207 y el Ford Fiesta del finlandés Mikko Pajunen, logrando sacar el vehículo con la ayuda del público y conservando su puesto en la llegada al parque cerrado.
Andy Lefever lograba situar su Mitsubishi Lancer Evo X R4 en la cuarta posición, el primer no S2000 en la meta, en tanto el Ford Fiesta S2000 de Hermen Kobus acabó quinto y Michael Solowow, con un Ford Fiesta RRC, sexto.
Mención especial merece la belga Melissa Debackere, con un Peugeot 207 S2000, séptima tras haber marcado varios tiempos entre el séptimo y octavo puesto, con una regularidad propia de pilotos experimentados
En este rally también se produjo el debut de los dos primeros modelos de la categoría R5, que compitieron como vehículos de organización porque todavía no están homologados por la FIA.
El Ford Fiesta lo hizo en manos del piloto local Thierry Neuville y el Peugeot 208 T16 de Kris Meeke, siendo éste último el que sufrió algunos problemas, que le imposibilitaron completar la totalidad de los tramos.
