La mañana del pasado miércoles arrancó con una noticia que dio la vuelta al mundo del fútbol. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registró la sede de la Real Federación Española de Fútbol en una investigación sobre presuntos hechos delictivos asociados a corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales. También lo hizo con la casa en Granada su expresidente, Luis Rubiales, que todavía se encuentra fuera de España.
La defensa de Rubiales informado a la juez del caso de que el andaluz tiene previsto regresar de República Dominicana el próximo 6 de abril, aunque se encuentra "a plena y total disposición" del Juzgado y podría "regresar con anterioridad a esa fecha".
Del mismo modo, se informó de que el investigado puso a disposición de las autoridades policiales las llaves de un inmueble de Rubiales en Granada que están en poder de su padre para "evitar daños innecesarios en la propiedad".
Los hechos investigados afectan a supuestas irregularidades en contratos de la RFEF desde 2018, una etapa con Luis Rubiales al frente que incluye la celebración de la Supercopa de España de fútbol en Arabia Saudí. Dichos contratos contaron con Gerard Piqué, exfutbolista del FC Barcelona y presidente de la empresa Kosmos como mediador.
