n n La falta de impulso de la demanda nacional, con el consumo de los hogares y la inversión empresarial estancados, provocó la desaceleración de la economía española, que sigue creciendo únicamente por la aportación positiva de la demanda exterior.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó que el PIB español creció el 0,2 % trimestral y el 0,7 % interanual entre abril y junio, de acuerdo con lo adelantado por el Banco de España, lo que supone una décima menos respecto del avance registrado en el primer trimestre del año.
A la espera de que el 26 de agosto publique el desglose del PIB, el INE avanzó que este crecimiento es consecuencia de la aportación 'muy positiva' de la demanda externa, parcialmente compensada por la contribución negativa de la demanda nacional.
Los analistas consideran que el dato del segundo trimestre está dentro de lo esperado y coinciden en que el ritmo de crecimiento trimestral se mantendrá estancado en el entorno del 0,2 % en lo que resta de año, por lo que ven difícil que en 2011 se pueda alcanzar el avance del 1,3 % previsto por el Gobierno.
Los expertos creen que el crecimiento anual del PIB estará en el entorno del 0,8 %, aunque con el riesgo de que sea aún menor por las dudas sobre la recuperación de la demanda interna y por un peor comportamiento del sector exterior como consecuencia de la ralentización económica registrada en la zona euro.
España dirige más de la mitad de sus exportaciones a los países del euro, siendo Francia -cuya economía se estancó en el segundo trimestre- el principal destino, con una cuota del 18 %, seguida de Alemania -cuyo PIB creció sólo una décima-, con el 10,5 %.
A la espera de que el 26 de agosto publique el desglose del PIB, el INE avanzó que este crecimiento es consecuencia de la aportación 'muy positiva' de la demanda externa, parcialmente compensada por la contribución negativa de la demanda nacional.
Los analistas consideran que el dato del segundo trimestre está dentro de lo esperado y coinciden en que el ritmo de crecimiento trimestral se mantendrá estancado en el entorno del 0,2 % en lo que resta de año, por lo que ven difícil que en 2011 se pueda alcanzar el avance del 1,3 % previsto por el Gobierno.
Los expertos creen que el crecimiento anual del PIB estará en el entorno del 0,8 %, aunque con el riesgo de que sea aún menor por las dudas sobre la recuperación de la demanda interna y por un peor comportamiento del sector exterior como consecuencia de la ralentización económica registrada en la zona euro.
España dirige más de la mitad de sus exportaciones a los países del euro, siendo Francia -cuya economía se estancó en el segundo trimestre- el principal destino, con una cuota del 18 %, seguida de Alemania -cuyo PIB creció sólo una décima-, con el 10,5 %.
