Factorías Vulcano se acaba dequedar sin trabajo. Antes lo hicieron Barreras y Factoría Naval de Marín. El viernes hizo entrega de su último barco, el sísmico 'Polar Duchess', que permanecerá en el astillero vigués un par de semanas para realizar ajustes finales.
Con el importe recibido por la entrega -el coste asciende a 100 millones de euros-, la compañía ha cancelado los créditos avalados por la Xunta y Pymar para la construcción del buque y terminará de pagar en las próximas semanas a la industria auxiliar y a los suministradores.
Además, los trabajadores podrá cobrar la parte de la nómina que se les aplazó el pasado mes de enero cuando se puso en marcha el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Empresa y sindicatos acordaron por aquel entonces aplazar un 20% de la nómina mensual que cobrarían al entregarse el barco.
El ERE seguirá en vigor al menos hasta que la empresa consiga nuevos contratos, sobre los que ya está trabajando y que se centran en barcos que estén exentos del 'tax lease' (de poco tonelaje o pesqueros) o reparaciones ya que la Unión Europa sigue teniendo bloqueado dicho sistema fiscal. Vulcano tiene dos pedidos apalabrados con la armadora noruega Rieber Shipping (dueña del 'Polar Duchess') para la construcción de dos sísmicos por 100 millones cada uno. Los contratos dependerán del desbloqueo del 'tax lease' y, fundamentalmente, de la situación financiera del astillero que está en concurso de acreedores.
La compañía tiene previsto presentar una propuesta de convenio de acreedores el próximo 17 de noviembre y confía en su aprobación y la salida del proceso concursal, algo que comparte el comité de empresa, según indicaron fuentes sindicales a este diario.
El 'Polar Duchess' es un sísmico 3D de última generación de 106 metros de eslora y 20 metros de manga. Su velocidad máxima es de 20 nudos y se caracteriza por su reducido consumo de combustible. En los próximos días el astillero celebrará el acto oficial de bautismo del buque -la llamada 'naming ceremony'- en recononocimiento al esfuerzo realizado por los trabajadores de Vulcano y de la industria auxiliar en los últimos meses.
Y es que este barco llegó a estar tres meses paralizado por la falta de financiación. Necesitaba 21 millones para finalizarlo y la Xunta puso 17 y Pymar cuatro tras una larga y dura negociación.
Además, los trabajadores podrá cobrar la parte de la nómina que se les aplazó el pasado mes de enero cuando se puso en marcha el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Empresa y sindicatos acordaron por aquel entonces aplazar un 20% de la nómina mensual que cobrarían al entregarse el barco.
El ERE seguirá en vigor al menos hasta que la empresa consiga nuevos contratos, sobre los que ya está trabajando y que se centran en barcos que estén exentos del 'tax lease' (de poco tonelaje o pesqueros) o reparaciones ya que la Unión Europa sigue teniendo bloqueado dicho sistema fiscal. Vulcano tiene dos pedidos apalabrados con la armadora noruega Rieber Shipping (dueña del 'Polar Duchess') para la construcción de dos sísmicos por 100 millones cada uno. Los contratos dependerán del desbloqueo del 'tax lease' y, fundamentalmente, de la situación financiera del astillero que está en concurso de acreedores.
La compañía tiene previsto presentar una propuesta de convenio de acreedores el próximo 17 de noviembre y confía en su aprobación y la salida del proceso concursal, algo que comparte el comité de empresa, según indicaron fuentes sindicales a este diario.
El 'Polar Duchess' es un sísmico 3D de última generación de 106 metros de eslora y 20 metros de manga. Su velocidad máxima es de 20 nudos y se caracteriza por su reducido consumo de combustible. En los próximos días el astillero celebrará el acto oficial de bautismo del buque -la llamada 'naming ceremony'- en recononocimiento al esfuerzo realizado por los trabajadores de Vulcano y de la industria auxiliar en los últimos meses.
Y es que este barco llegó a estar tres meses paralizado por la falta de financiación. Necesitaba 21 millones para finalizarlo y la Xunta puso 17 y Pymar cuatro tras una larga y dura negociación.
