Destacan por sus polainas negras, su máscara de pasta de papel, su vergallo y el cuerno que portan
El vergalleiro es el gran protagonista del Entroido en Sarreaus. En el año 1991 el Concello tomó la iniciativa de recuperar el traje de vergalleiro y con él la celebración del Entroido tradicional en esta localidad, una actividad festiva que ha ido creciendo a lo largo de los años hasta ser uno de los más significativos de la provincia.
El diseño y confección del traje fueron llevados a cabo por la diseñadora America Soto, un trabajo casi artesanal que surgió a partir de de lo poco que se sabía del antiguo traje.
El traje del vergalleiro está formado por unas polainas negras con pompones rojos, una faja roja con pompones negros, una blusa blanca de lino puro, un calzón blanco de tejido de algodón y otro superior de lino de color blanco y un chaleco negro de fieltro.
Su máscara está hecha de pasta de papel con un dibujo de una cabeza de un toro en su frontal, con motivos diversos, aunque los más populares son los motivos celtas en su parte posterior.
El traje de vergalleiro, ademas lleva en sus manos un vergallo (un artículo semejante a un látigo hecho a partir de un aparato genital de un buey o de un caballo) y un cuerno, que el Vergalleiro hace sonar para anunciar el comienzo de la fiesta.
Desde la antigüedad el Entroido es una de las mais importantes fiestas de la comarca. La documentación existente sobre el tema sitúa la fecha aproximada de los comiezos de su celebración a los años posteriores del Feudalismo (S.X y S. XI).
A mediados del S. XX existian en los pueblos del Concello de Sarreaus varios trajes típicos, como eran el de O Vergalleiro, O Matalobos, O Polainas e incluso O Peliqueiro. Trajes que se dedicaban tanto a uso propio de sus propietarios como para alquiler. El vergalleiro representa la virilidad, la fecundidad, y la prosperidad de la economia y hacienda del lugar.
Poco a poco esta tradición fue quedando en el olvido, por la proximidad e importancia del entroido de las localidades de Xinzo y Laza, hasta que Sarreaus volvió a coger protagonismo y recuperar esta tradición secular.
Salir juntos, vestirse por separado
El Domingo de Entroido, 23 de febrero, es el día grande del Entroido en Sarreaus, una fecha en la que los vergalleiros son sin duda los grandes protagonistas.
El momento de vestirse de vergalleiro es muy especial para el medio centenar de vecinos de Sarreaus que en los últimos años han sido los protagonistas del Entroido, una cifra que este año aumentará, tal y como comenta Betriz Gómez, concelleira de Cultura y vergalleira "dende fai máis de dez anos. No intre de vestirse cada un o fai na súa casa, e logo saimos para quedar todos xuntos e percorrer a localidade. Os primeiros traxes fixoos Modesto Gallego, xastre de Sarreaus, ata que se xubilou, cun deseño de América Soto. Agora os fan algunhas costureiras, o nas propias casas polas familias dos vergalleiros", destaca Gómez.
Llevar el traje de vergalleiro "é doado, e as chocas non son pesadas. Empezamos polos pololos e logo seguimos pola camisa, o chaleco, a faixa e as polainas. Tralo Entroido o traxe gardámolo tras lavalo, pero non se plancha para que non colla marcas, xa o texido pódese por amarelo ao ser tan branco", prosigue Betraiz Gómez.
La tradición del vergalleiro ha ido aumentando progresivamente Entroido tras Entroido, y este año "fixeronse caretas novas, algo que aumentará o número de vergalleiros nos distintos actos festivos. Cando imos pola rúa normalmente non quitamos careta, pero entre os vergalleiros coñecémonos incluso con elas postas polas súas características, cores e forma de estar decoradas", finaliza.
