Los Manolos, aquel grupo de finales de los 80 que llegó a lo más alto en los 90 y que a día de hoy sigue siendo parte del alma de las fiestas, aterrizan en Ourense para ofrecer un concierto de la mano de La Región. Este viernes a las 23,00 horas, el Posío será testigo de sus temas más conocidos como "All My Loving" o "Amigos para siempre" en un espectáculo gratuito, con la charanga BCB de teloneros. Xavier Calero es uno de los integrantes de esta banda que toma la rumba la catalana como insignia.
¿Cómo se adentró en el mundo de la música?
Todos desde pequeños vivimos en un entorno musical, porque a nuestros padres les gustaba. El colegio nos permitió aprender a tocar instrumentos, en mi caso la flauta y la guitarra. La inquietud y las ganas estaban presentes para conocer el lenguaje de la música.
Luego, con amigos, a formar un grupo.
Los miembros de la banda nos conocíamos desde pequeños. Estudiábamos juntos en Primaria y el hermano pequeño de Joan venía al mismo colegio. Con doce años ya creamos nuestro primer grupo. Se puede decir que seguimos la línea típica de los aficionados a la música, hasta que al final cuajó en Los Manolos.
¿Cuál fue la motivación?
Siempre lo vimos como una forma de divertirnos, sin ninguna pretensión profesional. A partir de tocar en clubs y en bares pequeños. Un día fuimos a Madrid, nos descubrieron y se lo notificaron a la discográfica BMG. Nos convertidos en profesionales sin buscarlo.
Tal vez esa diversión es la razón por la que apostaron por ustedes
Nosotros no divertíamos y supongo que la gente al vernos también disfrutaba. Nuestro tipo de música es para bailar y los looks estrafalarios, hacían de todo un espectáculo.
¿Por qué la rumba catalana?
Su origen es una mezcla de ritmos, especialmente del flamenco por las influencias de los gitanos catalanes. La rumba tenía su momento en las fiestas, ahí entraba ella. De Latinoamérica también se han incluido ritmos, más caribeños. Todas esas mezclas derivan en la rumba catalana, de estilo festivo. Hoy en día está cultivado por muchos artistas diferentes.
Versionaron canciones en este estilo. ¿Qué determinaba esa selección?
Hay artistas que llaman siempre la atención como The Beatles o Frank Sinatra. Otras canciones quedaban bien en rumba y eran fáciles de adaptar. No buscábamos un simple cover, añadíamos el sello propio de Lo Manolos. Muchas veces salieron fruto de la casualidad, buscando esa meta lúdica festiva, al investigar surgían temas que nos divertían a nosotros y al público.
Por ello encandilaron a los jóvenes de los 90. ¿Cuál fue el secreto de ese bum?
Había una música menos festiva. Llegamos con desenfado y fue nuestro momento con una propuesta más lúdica. Hoy queda patente, porque la gente busca ritmos para bailar como el reguetón. A pesar de ello, tenemos temas, como "Amigos para siempre", que sobrepasan el tiempo, que todavía hoy se ponen en las fiesta y se convierten en clásicos.
Tras el éxito, llegó la separación.
Las prioridades cambiaron. Era difícil compaginar la vida en un grupo con la familia. Posiblemente no fuimos capaces de gestionar todo aquello y nos llevó a dejarlo correr, cada uno por su lado. Siempre mantuvimos el contacto, por eso hace unos dos años retomamos el grupo. Ahora valoramos más el poder hacer actuaciones.
¿Cómo ha sido reencontrarse con esos fans ahora adultos?
Tenemos un público variado, por que sus hijos nos escucharon en los casetes de sus padres o en Internet. La rumba también ha evolucionado en estos años, somos un referente para los nuevos artistas y sus seguidores.
Rosalía o Estopa, ¿podrían ser ejemplo de ello?
Sí, Rosalía mezcla el flamenco con música más electrónica, porque hoy domina la globalización que permite mezclar géneros de todo el mundo. La rumba es pionera del mestizaje, ella, Estopa o Macaco han utilizado influencias diversas.
Ahora a vivir el Entroido. ¿Lo conocía?
Nunca hemos estado, pero hemos oído que es una fiesta considerable. Nos hace mucha ilusión esta actuación porque siempre que hemos ido a Galicia, la gente no has recibido de maravilla, da gusto verlos pasarlo bien. Queremos que vengan al concierto con ganas de cantar y bailar.
