Podemos ha anunciado su participación en solitario en las elecciones europeas de 2024, con Irene Montero como candidata, sujeto a la decisión de la militancia a través de primarias.
Ione Belarra, secretaria general del partido, propuso a Montero para esta función durante un evento el sábado. Montero aceptó con la esperanza de liderar una izquierda que no se somete ni acepta las limitadas ofertas de poder del bipartidismo.
Belarra considera a Montero como la persona idónea para impulsar un proyecto valiente que consolide una izquierda comprometida con la justicia social, el ecologismo y el feminismo. Ambas compartieron esta decisión durante un acto en Madrid, bajo el lema "Ahora más que nunca", destinado a revitalizar el partido tras la ruptura con Sumar y la transferencia de sus cinco diputados al Grupo Mixto.
Este anuncio confirma la opción que ganaba fuerza en el partido desde el conflicto con Sumar y la fractura con el proyecto de Díaz. Además, representa un movimiento simbólico para revitalizar el proyecto político de Podemos, que se vio afectado después de las últimas elecciones.
Con la recuperación de su autonomía política ante Sumar, Podemos busca relanzarse en unas elecciones donde tradicionalmente es más fácil obtener representación parlamentaria. El anuncio, a seis meses de los comicios, pretende dar claridad a sus bases y organizar las primarias con suficiente antelación.
Belarra también anunció la renovación de las direcciones autonómicas pendientes, reconociendo la importancia de la implantación territorial del partido. En las comunidades con gestoras actualmente, se abrirá el proceso de renovación tras las dimisiones provocadas por los malos resultados en las elecciones regionales del 28 de mayo.
El mensaje de Belarra apela a la esperanza y resalta el esfuerzo de Podemos para romper con el bipartidismo y conformar un bloque democrático que gobierna el país desde hace cuatro años.
Montero, por su parte, expresó su disposición a liderar la candidatura, enfocándose en cuidar el proyecto y abogando por cuestiones como la no impunidad ante el "genocidio" de Israel, la defensa de pueblos oprimidos como los saharauis y la regularización de migrantes irregulares frente a una "Europa fortaleza". También cuestionó la efectividad de la movilización progresista en España y advirtió sobre las elecciones europeas como un momento crítico para el pacto antifascista en Europa.
