Tras los duros incidentes de la pasada semana entre las fuerzas de seguridad y grupos de jóvenes borrachos, la localidad gerundense de Lloret de Mar ha decidido coger el toro por los cuernos y acabar con su imagen de paraíso del alcohol. La Asociación de Comerciantes reclamó que se penalice a aquella parte del sector privado que fomenta un 'turismo de borrachera' y que no se ajusta a la línea de trabajo que están siguiendo el municipio y la mayoría de empresarios de diferentes sectores.
El presidente de la Asociación, Francesc Alsina, afirmó que tendrían que trabajar conjuntamente el sector público y privado para castigar a aquellos empresarios que traen al municipio de la Costa Brava jóvenes con el reclamo de noches de borrachera y copas baratas. Alsina reconoció que en los últimos años han detectado un aumento en la llegada a Lloret de Mar de un tipo de turismo procedente del sur de Francia que provoca bastantes altercados, aunque lo define como un 'fenómeno aislado'.
Este colectivo está formado principalmente por chicos que llegan a la ciudad en coches, normalmente de gama alta, y que solamente vienen por el ocio nocturno; y que en la mayoría de los casos duerme en el mismo vehículo, por lo que no pernoctan en los establecimientos hoteleros, ha detallado.
En este mismo sentido se pronunció el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Lloret de Mar, Víctor Gallart, que habló de turistas de bajo poder adquisitivo y que duermen, comen y beben en el coche. 'Suelen ser problemáticos porque beben mucho, gritan, se encaran con la gente que les dice algo y en casos puntuales roban y se van de los locales sin pagar las consumiciones si pueden', relató Gallart.
Alsina también ha reconocido que este tipo de turistas ni compra en los comercio y que si lo hace son productos de primera necesidad, como los de alimentación; por tanto, aunque son conflictivos durante la noche, 'su incidencia en el comercio local es mínima', asegura. Sobre si los altercados o hurtos están protagonizados por un grupo muy concreto de visitantes, Alsina ha expuesto que 'es cierto que la mayoría de incidencias que se registran se concentran en grupos de jóvenes que vienen a Lloret de Mar alimentados por un concepto erróneo del ocio nocturno'.
Las reclamaciones han llegado hasta el alcalde de Lloret de Mar, Romà Codina, quien confirmó que algunos empresarios hosteleros ya le han avanzado que a partir de 2012 no aceptarán a jóvenes que respondan al perfil del turista de borrachera.
Codina reiteró que los altercados vividos en el municipio costero esta semana son un 'punto de inflexión' que ha desembocado en un paquete de medidas y ordenanzas, que pivotarán entre el control y el civismo, para no revivir hechos similares. Sobre la posibilidad de poner coto a los empresarios o locales que ofertan gangas con el todo incluido, Codina admitió que es 'complicado' intervenir desde la Administración porque se trata de la ley de la oferta-demanda y deploró esta práctica porque al final va en detrimento del municipio de la Costa Brava.
Este colectivo está formado principalmente por chicos que llegan a la ciudad en coches, normalmente de gama alta, y que solamente vienen por el ocio nocturno; y que en la mayoría de los casos duerme en el mismo vehículo, por lo que no pernoctan en los establecimientos hoteleros, ha detallado.
En este mismo sentido se pronunció el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Lloret de Mar, Víctor Gallart, que habló de turistas de bajo poder adquisitivo y que duermen, comen y beben en el coche. 'Suelen ser problemáticos porque beben mucho, gritan, se encaran con la gente que les dice algo y en casos puntuales roban y se van de los locales sin pagar las consumiciones si pueden', relató Gallart.
Alsina también ha reconocido que este tipo de turistas ni compra en los comercio y que si lo hace son productos de primera necesidad, como los de alimentación; por tanto, aunque son conflictivos durante la noche, 'su incidencia en el comercio local es mínima', asegura. Sobre si los altercados o hurtos están protagonizados por un grupo muy concreto de visitantes, Alsina ha expuesto que 'es cierto que la mayoría de incidencias que se registran se concentran en grupos de jóvenes que vienen a Lloret de Mar alimentados por un concepto erróneo del ocio nocturno'.
Las reclamaciones han llegado hasta el alcalde de Lloret de Mar, Romà Codina, quien confirmó que algunos empresarios hosteleros ya le han avanzado que a partir de 2012 no aceptarán a jóvenes que respondan al perfil del turista de borrachera.
Codina reiteró que los altercados vividos en el municipio costero esta semana son un 'punto de inflexión' que ha desembocado en un paquete de medidas y ordenanzas, que pivotarán entre el control y el civismo, para no revivir hechos similares. Sobre la posibilidad de poner coto a los empresarios o locales que ofertan gangas con el todo incluido, Codina admitió que es 'complicado' intervenir desde la Administración porque se trata de la ley de la oferta-demanda y deploró esta práctica porque al final va en detrimento del municipio de la Costa Brava.
