Se acercan una de las épocas favoritas del año para muchos españoles, el verano. La estación del buen tiempo, la playa y lo más importante de todo: las vacaciones. ¿A quién no le gustan unas buenas vacaciones? Pero por disfrutables que sean unas vacaciones, no serían lo mismo sin un viaje. Para que se pueda disfrutar de estos días sin preocupaciones y desconectando por completo del estrés de la vida cotidiana, es necesario planificar bien las vacaciones.
Con el paso de los días, las tareas diarias se acumulan en cualquiera y a pesar de que los fines de semana y los días libres son para relajarse, es complicado no aprovecharlos para realizar más recados, como limpiar la casa, hacer la compra o organizar la semana. Por esta razón las vacaciones son tan necesarias, pues es un período libre lo suficientemente largo como para disfrutar de un estado de relajación pleno y desconectar del trabajo y de las responsabilidades.
De la planificación de las vacaciones depende en gran medida poder disfrutar de las mismas. Una planificación escasa puede llevar a unas malas vacaciones, cualquier cosa que se deje al azar es algo que puede salir mal. Antes de empaquetar el equipaje y disponernos a la aventura, debemos conocer bien el destino que queremos elegir y lo que queremos visitar.
Cierra un presupuesto para el viaje
Las vacaciones suponen un gasto, pero es un precio a pagar por el deleite de un tiempo de relajación bien aprovechado. Antes de comenzar a planear unas vacaciones, es necesario conocer el presupuesto del que disponemos, saber que ahorros podemos utilizar para darnos un capricho. Para poder irse de vacaciones al destino deseado, es bueno utilizar estos meses previos para apretarse ligeramente el cinturón y poder disponer así de un dinero extra para soltarse la melena en vacaciones.
Elige el destino de tus vacaciones de verano
Elegir destino no es algo tan importante como puede parecer. Ciertamente hay destinos que pueden ser mejores que otros, pero por mucho que investiguemos, un destino siempre puede sorprendernos sobremanera y resultar distinto a lo esperado, tanto de forma positiva como negativa. No hay destino erróneo, pues todos tienen un encanto que hacen que merezca la pena ser visitados.
Muchos viajeros tratan de buscar destinos extranjeros para empaparse de una cultura, un habla, una gastronomía y unas culturas diferentes, pero para ello, no es necesario irse muy lejos. Mismamente en la península Ibérica disponemos de una gran cantidad de culturas que han sido marcadas por orígenes distintos a lo largo de la historia. Esto afectó a su cultura y sus costumbres, haciendo que cada parte del territorio tenga gran diferencia con respecto al resto. Podemos visitar Galicia y Andalucía por ejemplo y apreciar dos comunidades completamente diferentes.
Si buscas un cambio más radical todavía, hay un par de detalles que debes estudiar antes de viajar. A la hora de viajar, habitualmente los destinos son bastante turísticos, por lo que los lugareños suelen conocer varios idiomas para poder atender a los turistas. Por si acaso, lo mejor es tener un nivel básico de inglés, pues es el idioma más conocido a nivel mundial. Otro consejo es conocer nuestros intereses y plasmarlos. Obviamente si queremos playa no vamos a ir a una zona de interior, pero también deberemos saber si queremos visitar monumentos, disfrutar de la gastronomía o incluso ambos, algo que deberemos estudiar si el destino elegido nos lo puede ofrecer.
Planifica cómo llegar y qué medios de transporte usar
Cuando llegamos al destino, en muchas ocasiones el punto de llegada no es el final del trayecto, pues la estación o el aeropuerto igual está lejos del hotel elegido. Es importante comprobar estas distancias, pues de ser amplias, deberemos buscar un medio de transporte que nos permita viajar al alojamiento para dejar las maletas y tomar aire antes de comenzar las vacaciones.
También hay que tener en cuenta los trayectos en el propio destino. Si por ejemplo, el destino elegido es una gran ciudad, con grandes distancias y muchos puntos de interés que visitar, quizá la opción de alquilar un coche es algo a tener en cuenta. Siempre y cuando el reto de conducir en un país extranjero no suponga demasiado. Si no, siempre se puede utilizar los transportes públicos propios del lugar, como el metro, los autobuses o los tranvías.
Busca alojamiento para tus vacaciones
El destino es la mejor parte del viaje, sin duda, pero para llegar al mismo hay que dejar preparadas las condiciones del mismo. Uno de los primeros pasos, una vez tengamos elegido nuestro destino, es buscar alojamiento. Hoy en día existen muchas posibilidades a la hora de alojarnos, además de los hoteles, hay también pisos turísticos o cabañas rurales, pero también existen posibilidades para los más aventureros: las tiendas de campaña o los vehículos "camperizados". Esta última opción se está volviendo tendencia, pues en el mismo vehículo que nos lleva a nuestro destino podemos tener disponible cama, cocina e incluso ducha.
Si buscamos algo más convencional, deberemos acordar el presupuesto, tanto del viaje como del alojamiento. Lo más recomendable son las agencias de viaje. Las webs de vuelos son útiles y suelen ofrecer buenos precios, pero en caso de percance, no ayudan demasiado. En caso de las agencias puede ser el caso también, pero es menos común que al poder contactar con nuestro agente de viajes, este no logre encontrar alguna solución al problema.
Infórmate sobre los lugares a visitar
Cada localidad tiene una gran variedad de puntos de interés turístico, y, a pesar de que en la mayoría de las ocasiones los principales son bien conocidos y está debidamente indicados en los mapas, hay casos en los que localizaciones que guardan un gran atractivo pasan a un segundo plano. Para ello, se puede buscar en internet acerca de las localizaciones de los lugares más importantes de cada ciudad para localizarlos fácilmente una vez lleguemos al destino. Otra opción también es preguntar a los lugareños, que siempre conocerán más los lugares más bonitos de su ciudad, aunque a veces de tanto ver algo, puede que se les pase por alto.
