Rumores más o menos fundamentados, comentarios maliciosos y muchas, muchas especulaciones sobre el futuro de Zapatero y la actualidad política, se han apoderado del mundo parlamentario en una sesión de control del Congreso en la que se ha echado e

Rumorología en los escaños

El pleno ha sido peculiar porque ha arrancado con la visita a la Cámara del presidente chileno Sebastián Piñera, quien tomó la palabra ante diputados y senadores que le recibieron con una larga ovación, puestos en pie, si bien su discurso no tuvo el beneplácito de algunos, como Gaspar Llamazares o Nuria Buenaventura.
Durante el descanso que medió entre la visita del presidente chileno y el comienzo de la sesión de control, los diputados y dirigentes políticos tuvieron oportunidad de cruzar muchos comentarios, sobre todo sobre la decisión del PSOE de anular el simbólico mitin de Vistalegre previsto para arrancar la precampaña. Las inquietudes de los periodistas sobre el caso, ante la sospecha de que pudiera dar pistas sobre el futuro político de Zapatero, fueron atendidas por el 'número dos' del PSOE, José Blanco. Sin ocultar su enfado, el ministro de Fomento les aclaró: 'Yo diseño la campaña electoral del PSOE, la planifico para ganar las elecciones y no la planifico por lo que me digan los periodistas'.

Con estos preámbulos comenzó la sesión de control, donde el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, volvieron a debatir sobre el desempleo y la recuperación económica de España, siguiendo argumentos prácticamente calcados de los usados en otros 'cara a cara' parlamentarios. Únicamente Zapatero, a quien Rajoy sigue sin creer sus augurios porque, dijo, 'la realidad siempre desmiente sus palabras', vaticinó que en marzo habrá mejores datos de desempleo.

También contestó a Josu Erkoreka, del PNV, sobre la fusión de cajas vascas, y a Nuria Buenaventura, de ICV, que dedicó su primera pregunta al presidente a denunciar la venta de armas españolas a países como Libia, exhibiendo además una foto de Zapatero y Gadafi en una no muy lejana entrevista entre ambos.

Luego quedó el hueco dejado por Rubalcaba, ausente por enfermedad, ya que sigue hospitalizado por una infección. Un miércoles más, le iba a preguntar la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, por la gestión del Gobierno, e Ignacio Gil Lázaro, cómo no, por el 'caso Faisán'.

Con este frente cegado, los esfuerzos del PP se centraron en el vicepresidente tercero, Manuel Chaves. Sus diputados Juan José Matarí, Rafael Merino y Ricardo Tarno arremetiron contra el ex presidente de la Junta de Andalucía por el caso de los ERE fraudulentos en esta comunidad autónoma, en un ejercicio de acoso jalonado de reproches, mientras los diputados socialistas y populares se cruzaron sin parar voces y gritos. Y una semana más, Chaves y los del PP se atribuyeron mutuamente la virtud de mentir y calumniar.

Las acusaciones de sus adversarios fueron tan amplias que el vicepresidente se comparó con Felipe González por la campaña que 'salvando las distancias', sufrió en su día desde la derecha y de la que ahora él también se siente víctima.

Tras las preguntas a Chaves, Zapatero dejó su escaño para salir del hemiciclo, mientras Bono también abandonaba su puesto en la Presidencia; ambos coincidieron, justo a la salida del hemiciclo, con Mariano Rajoy, que también se marchaba. Muy amigablemente se saludaron los tres, cruzaron algunas palabras, se cedieron el paso y de nuevo la ciencia del rumor se asentó en el pasillo; '¿Quedaron para pactar a Francisco Vázquez como nuevo defensor del Pueblo?', se ha planteado alguno.

Por si era poco, cuando los tres salieron del hemiciclo, Zapatero y Bono caminaron juntos hacia el despacho oficial del presidente del Congreso, creando así más expectación y generando más chismes; '¿Habrá adelanto electoral?', se preguntaban muchos. La incertidumbre se alargó la media hora en que permanecieron a solas, tras la cual siguieron las incógnitas, porque ninguno quiso aclarar de qué hablaron en ese tiempo.

Eso sí, Bono utilizó el mismo recurso que el 16 de febrero empleó ante la prensa después de reunirse también en su despacho, en aquella ocasión durante casi dos horas, con el mismo Zapatero. Si aquel día dijo a los periodistas que ambos habían conversado 'de lo que ustedes se imaginan', ayer su respuesta fue: 'Si se lo imaginan, acertarán'. Y ya se sabe que nada hay mejor que la imaginación para propagar rumores.

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