El titular del Juzgado de Instrucción Central número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, protagonizó este jueves el Foro La Región, donde analizó el funcionamiento del organismo judicial en el que trabaja. Durante su intervención, tocó temas como el terrorismo de ETA o la amnistía que negocia el PSOE con los nacionalistas catalanes. Sobre esta última cuestión el juez opinó, aunque con mucha cautela por llevar temas relacionados, que “la amnistía no está prohibida en la Constitución, pero en la Constitución tampoco pone que esté prohibida la esclavitud”.
Esta afirmación la realizó “como un ciudadano más”, y añadió que “estos señores han dicho que volverán a hacer lo mismo por lo que se les condenó, lo que hace preguntarme, ¿será esta la primera amnistía de muchas?”. García-Castellón hiló este argumento antes de expresar su “total confianza” en el Tribunal Constitucional, que sería el encargado de analizar si una ley de amnistía tendría, o no, cabida en el ordenamiento jurídico español. “Tengo jueces amigos en el Constitucional y son unos excelentes profesionales”, aseguró. Afirmó también que “todos los jueces tenemos ideologías, pero eso no es un problema; el problema llega cuando se traspasa a la actividad pública”.
El encargado de presentar al magistrado fue el presidente de Intereconomía, Julio Ariza, quien elogió al ponente afirmando que “es un juez de los que hacen tener esperanza en la Justicia en España”. A continuación, repasó brevemente su trayectoria profesional, deteniéndose en un momento en el que “tuvo que lidiar con una situación que marca toda la vida: levantar más de 100 cadáveres de personas asesinadas por ETA”.
Para García-Castellón “una justicia lenta no es justicia”. Además, tiene una solución para mejorar el funcionamiento del sistema español de justicia, que actúa “igual que hace un siglo”: invertir “una enorme cantidad de dinero”, como se hizo en su día con la Agencia Tributaria, “de la que he visto los ordenadores subterráneos, y es una cosa alucinante”. Otro aspecto clave es que “en muchas investigaciones se requiere la cooperación con otros países”. Si la colaboración con los países europeos es complicada en muchos casos, “con los latinoamericanos ya es otro nivel”, ejemplificó. Para García-Castellón, esta tardanza es el principal motivo por el que la gente no confía en la Justicia, y no otras cuestiones que tienen “menos efecto”, como la no renovación del Consejo General del Poder Judicial. Apuntó que, en materia de reformas judiciales, “se elaboró un libro blanco hará 15 o 20 años que no sirvió para nada”.
Otra cuestión fracasada a ojos del magistrado de la Audiencia Nacional en materia de justicia son las órdenes europeas de detención y entrega. Esta figura existe en los países miembros de la UE y evita un proceso tan complicado como el de las extradiciones. ¿Por qué no son efectivas? Para García-Castellón, esta figura falla por la “inmensa falta de confianza entre los jueces de los distintos países, sobre todo en cuestiones importantes”. Tanta es la falta de colaboración internacional que reconoció haber llorado ante un fiscal francés pidiendo su colaboración.
Terrorismo
Otra cuestión central en la ponencia fue el terrorismo, un tema imprescindible para seguir la trayectoria de García Castellón. Contó algunas anécdotas sobre los juicios a presos de ETA, pero el suceso que más le marcó fueron las palabras de Mikel Azurmendi, alias Hankas, líder del Comando Andalucía de la banda terrorista. García-Castellón le preguntó sobre el porqué de un secuestro de un concejal de un ayuntamiento malagueño, ya que, “en comparación con los asesinatos, me parecía algo de mucha menor entidad”. Azurmendi simplemente respondió: “Porque lo veíamos en los periódicos y era conocido”, a lo que añadió, señalando con sus dedos en forma de pistola al juez, “como usted”.
