José Antonio Sobrino: “Hay que promover otras formas de generar energía”

El físico ourensano José Antonio Sobrino es investigador en la Universidad de Valencia en el campo de la Teledetección. Cuenta con más de 300 publicaciones, 26.000 citas, más de 70 proyectos de investigación e investigador principal de más de 60 proyectos. ¿Cómo funciona la teledetección? Son sensores que toman la radiación que sale de la superficie terrestre y van orbitando sobre la Tierra. Existen satélites con una resolución muy alta, por ejemplo pueden ver información a una resolución de un kilómetro. Cada sensor tiene distintas bandas y en cada una de ellas se ve una cosa, no es lo mismo si se trabaja la zona del espectro visible o del térmico, pero toda la información que capta el satélite se descarga en las estaciones de recepción y, una vez tenemos la tenemos, los científicos procesamos las imágenes y, a partir de esos datos, generar mapas que puedan aplicarse. ¿Puede ayudar a evitar incendios? Se detecta el incendio, es lo que se llama el “hotspot”. Nosotros tenemos en el laboratorio una antena de recepción de imágenes de satélite que nos permite detectar en tiempo real la probabilidad de incendio. Ves la temperatura y, mediante un procedimiento, la comparas con la de los alrededores y puedes detectar donde hay probabilidad de incendio. Una vez ha tenido lugar, también puedes detectar perfectamente la zona, el perímetro, las hectáreas quemadas e incluso el grado de afectación. ¿La inteligencia artificial va a jugar un papel importante en el futuro? Sí, de hecho, ya lo está empezando a jugar porque como tienes información a distintas longitudes de onda, la inteligencia artificial puede conseguir correlaciones o clasificaciones por la cantidad de datos que, a veces, con un modelo físico es más complicado. ¿En qué fase se encuentra el cambio climático? El cambio climático ha llegado para quedarse y estamos subiendo la temperatura, prácticamente hay 1,2 grados más que en la época preindustrial. El acuerdo de París hablaba de intentar limitarlo a 1,5 grados, pero estamos a un ritmo de aumento de 0,2 décimas por decenio, por lo que en menos de 20 años vamos a alcanzar ese 1,5. El problema de subir la temperatura promedio es que muchas cuestiones se ven afectadas, entre ellas la productividad agraria, por las olas de calor o los episodios más intentos tanto de lluvias como de sequías. No estamos reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero, de hecho, el dióxido de carbono sigue aumentando y, por tanto, habrá que reducirla para revertir la situación, pero no estamos en ese camino. ¿Las sequías han venido para quedarse? Es difícil predecir sobre esto. Nosotros lo que podemos hacer es ver distintos escenarios y evidentemente todos los modelos indican que el régimen pluviométrico va a disminuirse en un porcentaje de entre el 10% y el 15% en toda la cuenca mediterránea, por lo que tendremos que acostumbrarnos a usar de la forma más racional posible el agua que tenemos. ¿Vamos tarde con el cambio climático? Estamos en una etapa de adaptarnos y cuando te adaptas a algo es porque has llegado tarde. Eso se ve claramente porque las temperaturas no paran de subir y tenemos siempre un riesgo de que pueda producirse un cambio abrupto. Hay un concepto en inglés denominado “tipping point”, que son los puntos de inflexión donde los fenómenos dejan de ser lineales y puede haber un cambio abrupto. Por ejemplo, en el pasado se vio como en un periodo de 50 años aumentaba el nivel del mar en aproximadamente tres metros. ¿Los gobiernos están tomando las medidas adecuadas? Hay concienciación en la clase política, cuando hablas con ellos es raro el caso de que alguien no vea la situación, ya que es bastante evidente, pero no se están tomando medidas concretas. No veo que se esté poniendo el esfuerzo en revertir la situación, algo que debía ser inmediato, importante y dedicar fondos a la adaptación. También hay que intentar cuanto antes promover una forma distinta de generar energía, mediante la inversión en energías renovables.