Manuel Santos: "Empresarios y Gobierno deben sacar lecciones del auge de Barreiros"

El experto en Barreiros Manuel Santos.
photo_camera El experto en Barreiros Manuel Santos.

Manuel Santos es profesor de Historia Económica en la UCM

Eduardo Barreiros fue uno de los personajes más importantes de la provincia y de la automoción nacional, por lo que su figura no pierde vigencia, sobre todo en momentos de cambio y transición como el actual. Su gran impronta será rememorada en el Foro La Región Memorial del próximo jueves, en el que participarán, entre otros, el profesor de Historia Económica en la UCM Manuel Santos, autor de dos libros (“Barreiros Diésel” y “¡Es un motor español! Historia Empresarial de Barreiros”) sobre la importancia del célebre ourensano, quien destaca, entre otros hitos, por su adaptación de los motores gasolina a diésel.

Usted ha escrito dos libros sobre Eduardo Barreiros, ¿cómo resumiría su  legado?

Hizo muchas cosas, creo que hay que diferenciar, podemos verle desde dos puntos de vista, como una biografía interesantísima, que vale la pena estudiar, seguir e imitar, y otra por su importancia en la automoción, una industria muy importante en España, y Eduardo Barreiros ha tenido muchísimo peso. La primera parte es muy atractiva,  nació en un pueblo, Gundiás, un pueblito en Nogueira de Ramuín. El hermano de Eduardo, Valeriano, contaba que en el pueblo donde nacieron había mucha gente que no es que no hubiera visto el mar, es que nunca había ido a Ourense. Nace en un pueblo de esa época, 1919, y su padre, que emigró a Canarias, después puso una línea de autobuses. Él empieza a trabajar desde muy niño, incluso deja la escuela. Se le da muy bien la mecánica y entra de aprendiz en un taller. Arreglando los autobuses y demás dio con un apaño que los ingenieros decían que no podía funcionar, que eran los motores diésel, que son más eficientes en los camiones que los de gasolina, y además el diésel estaba mucho más barato. Los camiones de la Guerra Civil, que habían traído los soviéticos, tenían muy grande el motor, y eso los hacía óptimos para la transformación en diésel. Los técnicos dijeron que no se podía hacer, pero el caso es que lo hizo y funcionaba bien. Lo hizo inicialmente para sus camiones, porque había puesto una empresa de contratas de carreteras, y como funcionaba muy bien fue de Ourense a Castellón. Comenzó a hacerlos para vender, y se los quitaban de las manos. Vendió más de 2.000 y se fue a Madrid a seguir con el negocio, es impresionante que una persona de este pueblo que, sin estudios pero con una habilidad innata para la mecánica, saque adelante esta transformación. Es admirable e interesantísimo. Yo he visto cartas donde ingenieros españoles y norteamericanos dicen que esta transformacion es imposible, pero él sigue adelante, porque su intuición y su conocimiento mecánico directo le guiaba.

¿Fue Eduardo Barreiros el mayor emprendedor de la automoción española?

Había muchos, pero yo creo que desde luego es el que fue capaz de llevar adelante la empresa más importante, más grande y la que mayores logros alcanzó.

¿Y considera que los motores de Barreiros fueron el mayor aporte que realizó el país a la industria?

Hay cosas muy sonoras, como Hispano-Suiza, aunque es de otra época. Sin embargo, en el caso de Barreiros, era una empresa importante, surgida de España y con capital, ingenieros y emprendedores españoles. Creo que tiene un mérito importantísimo y una importancia en la automoción muy grande, en una época marcada por las empresas estatales españolas y extranjeras en el sector. La parte que da más pena es que, en esa guerra, al final la empresa pasó a manos de Chrysler, que después, por otras aventuras que tienen poco que ver con la empresa, quebró en Estados Unidos y fue rescatada por el Gobierno americano. Entonces, lo primero que hizo fue vender las filiales que tienen en Europa para conseguir liquidez. A partir de ahí, los camiones dieron muchas vueltas, pero pasaron a Renault los camiones y los coches al grupo PSA. La pena es que ahora mismo no estemos hablando de una empresa española y con unos orígenes dignos de admiración. Sí que existe una industria de la automoción en España, que debe mucho tanto a Pegaso como a Barreiros, pero no existe una empresa española en el sector, y creo que en buena medida es por la pelea entre Pegaso y Barreiros, una pública y la otra privada. La política del Gobierno tiene que ser capaz de encaminar eso hacia algún sitio, y el lugar al que lo encaminaron fue hacia la presencia del capital extranjero. Creo que eso no ha ido mal, pero en el caso de Barreiros se ha perdido una gran oportunidad.

Teniendo en cuenta que su formación académica fue escasa, ¿cómo se explica su éxito?

Creo que se debe a dos cosas. La primera se debe a un talento innato, que parece de película pero es verdad, porque yo he escuchado a todos los que han trabajado con él sobre su capacidad de ver e imaginar los motores. Hay otra que creo que hay que destacar mucho, y es que siempre se rodeó de los mejores, y no hay más que ver la lista de los ingenieros que trabajaron en Barreiros: siempre intentó tener al lado a los mejores tanto para trabajar como para diseñar, y creo que esa es la razón del éxito. Podíamos pensar que una persona con esa formación de taller y carretera estuviera acomplejada y no quisiera tener a gente con estudios y además brillante, y es exactamente lo contrario, creo que eso hay que resaltarlo y darle el mérito que tiene.

Barreiros brilló en un momento de transición, como el que vive ahora la industria de la automoción, ¿debería estar su figura más vigente que nunca?

En Ourense lo está, porque tanto en las cosas que salieron bien, hasta el punto de ser impresionantes, como las que pudieron salir al final menos bien, responden a un aprendizaje continuo. Creo que hay muy buenos empresarios españoles en el mundo de la automoción, los cuales tienen una presencia importante en el mundo y están en la transformación, que lógicamente no sabemos exactamente ni cómo va de rápida ni en qué va a derivar, pero las capacidades emprendedora y técnica son las que tienen que mantenerlos en su sitio y hacerlos avanzar. Por parte de las políticas públicas, las políticas del Gobierno tienen que ser las que ayuden o empujen, y como poco que no estorben a ese avance de la industria, y creo que eso es importante. Los empresarios y el Gobierno deben sacar lecciones del ascenso y auge de Barreiros, tanto lo que se hizo de una forma impresionante por parte del empresario como el escaso apoyo que tuvo. A pesar de que se le asocia con Franco era el enemigo de la empresa estatal, los que tenía enfrente eran los de la empresa pública.

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