La vicepresidenta del Colexio Médico de Ourense y médica del Servicio de Urgencias del CHUO, Pilar Garzón, se suma al Foro La Región que se emitirá hoy a las 21,00 horas en la web de La Región y Telemiño.
La especialista responderá a las preguntas de los lectores en esta sesión titulada "El virus que llevó a urgencias a la salud mundial". Las cuestiones se pueden enviar a través del correo participa@ laregion.net o al Whatsapp 638 861 981 o en directo al 988 38 45 57.
Urgencias es la puerta de entrada de los pacientes COVID.
Desde Urgencias es donde se analiza a los pacientes y, en función de su estado, se ingresan en las distintas unidades. El primer sitio por el que pasan es nuestro servicio. Ya teníamos referencias sobre el COVID-19 y nos preparamos progresivamente para hacer frente a lo que se nos venía encima. Ninguno nos imaginamos que íbamos a llegar a este punto, creo que se desbordaron todas las previsiones iniciales.
¿Cuál es el nivel de asistencia en estos momentos?
La demanda disminuyó, especialmente gracias al trabajo importante de los centros de salud y los médicos de Atención Primaria a la hora de derivar pacientes a urgencias y al hospital, por el riesgo de contagio. La gente se muestra más reticente a acudir por patologías más demorables, que no las urgentes. Tenemos muchos que vienen ante sospechas de cuadros infecciosos compatibles con COVID-19, muchos no lo son. Nuestro trabajo es valorar su estado clínico, determinar si tienen una infección por COVID-19 y, en función de eso, determinar si necesitan un ingreso hospitalario o si podemos mandarlos a un seguimiento domiciliario.
Estos últimos son la mayoría.
Hay un porcentaje muy elevado que están prácticamente asintomáticos o con síntomas muy leves, que se pueden manejar con un seguimiento a domicilio vía telefónica. Los pacientes introducen sus constantes y, en función de esos datos, se ve cómo va la evolución. En caso de deterioros en su salud, los derivamos al hospital y valoramos si necesitan de un cambio en el tratamiento o requieren de un ingreso. Todos están controlados, es una manera de evitar los colapsos hospitalarios.
Pese a que atienden a menos pacientes, los esfuerzos se duplican.
Para nosotros estar en una zona con los equipos de protección nos hace estar más cansados porque es incómodo estar con ellos siete horas. Aunque la carga de trabajo no sea tremendamente elevada, no quita que sea duro. En todos los servicios que trabajamos con EPI estamos con una carga asistencial mayor por lo que suponen en estas condiciones
Y las otras urgencias continúan.
Seguimos teniendo las patologías habituales como apendicitis o infartos y las atendemos. Ante las más mínima duda, es bueno que llamen al 061 para saber si precisan una derivación hospitalaria o no, esto ayuda a evitar contagios hospitalarios. En estos momentos nos manejamos en las mismas circunstancias que antes, extremando precauciones. Es fundamental el trabajo desde el 061 y Atención Primaria para una valoración que determine si la gravedad requiere de atención hospitalaria.
La población debe entender que seguimos teniendo otras enfermedades y buscamos soluciones, evitando la tensión de acudir a un hospital, para que la derivación sea lo más correcta posible. Algunos servicios disponen de números de contacto con los especialistas para resolver dudas, valorar la situación y determinar si necesitan acudir al hospital.
