El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, demandó lealtad recíproca entre administraciones para impulsar el AVE a Galicia, mientras que el ministro de Fomento, José Blanco, coincidió con este principio y apostó por aislar las obras de alta velocidad destinadas a conectar la comunidad con la Meseta en el año 2015 de los riesgos del vaivén político.
No nos podemos permitir dilaciones ni distracciones; esta vez no. Blanco utilizó estas palabras para reclamar altura de miras a Xunta y Gobierno central tras firmar en Santiago un protocolo institucional con Feijóo en materia de infraestructuras. En él se recoge el compromiso estatal de invertir 4.678 millones de euros para que todas las obras del AVE con la Meseta estén licitadas y adjudicadas antes de que finalice el año 2010.
Tras sellar el convenio, bautizado como 'Acordo do Obradoiro', Feijóo trasladó su agradecimiento expreso a Blanco por iniciar un nuevo camino de colaboración en materia de infraestructuras que compromete a ambas administraciones. Con voluntad política ha sido posible desbloquear y blindar el AVE en poco más de un mes, proclamó y agregó que este acuerdo formal, solemne y maduro obliga a futuros gobiernos por encima de las siglas.
Ambos mandatarios coincidieron en el carácter histórico del acuerdo suscrito hoy en el Hostal dos Reis Católicos y confiaron en las posibilidades que abre para Galicia. Asimismo, abogaron por la colaboración institucional y la suma de voluntades para lograr un objetivo de país. Galicia está por encima, dijo Blanco y precisó que, en consecuencia, debe quedar al margen de las disputas de ocasión y oportunidad.
Por su parte, el presidente autonómico insistió en transmitir a la ciudadanía una forma distinta de hacer política basada en la unión de esfuerzos. El peregrinaje hacia este acuerdo empezó hace algo más de un mes, recordó y retomó las palabras de Jean Monnet para asegurar que nada es posible sin las personas y nada es duradero sin las instituciones.
CAMBIO REVOLUCIONARIO
En su discurso, Blanco aludió al cambio revolucionario que supondrá para los gallegos la llegada del AVE y lo equiparó a la puesta en marcha del ferrocarril en la Revolución Industrial.
Galicia llega a ella más tarde, pero en condiciones de pasar la página de la historia que aún no le ha sido propicia, subrayó.
Así, recordó que el Estado realizará una inversión sin precedentes que sitúa el primer AVE a Galicia en 2011 entre Santiago y Ourense; que en 2012 la red gallega de alta velocidad esté ya en marcha; y que, finalmente, la conexión con Madrid esté terminada en el entorno de finales de 2015.
Nunca el viejo ideal de una Galicia como ciudad única, de una Galicia unida y vertebrada, habrá estado tan cerca, garantizó el ministro de Fomento, convencido de que conectada la comunidad a través del AVE se verán favorecidas las dinámicas de intercambio que fomentan el crecimiento económico y de empleo.
De hecho, Blanco auguró el incremento de la competitividad de las empresas gallegas con mejores comunicaciones, aunque reconoció que todavía quedarán retos pendientes. Pero con este equipamiento, Galicia será mucho más capaz de hacerles frente por sí misma, que es lo que importa, apostilló.
No se trata sólo de viajar más rápido, está en juego la afirmación de la capacidad colectiva de los gallegos para llevar a Galicia más allá de sus confines territoriales, subrayó el ministro y agregó que los gallegos son, por fin, dueños de su futuro. Si hacemos las cosas bien, la próxima cita se hará con nuestras palabras y si lo hacemos mal, quizás quede diluida por nuestras lágrimas, concluyó.
JUSTICIA CON GALICIA
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo situó el protocolo suscrito en un plano histórico similar al que firmaron en su momento los Gobiernos de Manuel Fraga y Felipe González para impulsar las autovías gallegas y lo identificó con un logro que responde al espíritu crítico e inconformista de los gallegos.
Es un reconocimiento a la justicia de las demandas de Galicia, sentenció Feijóo y coincidió con Blanco en que el 'Acordo do Obradoiro' dirige sin marcha atrás a la ciudadanía hacia la Galicia ciudad única. A su juicio, los plazos, presupuestos y la comisión de seguimiento que incluye el convenio impedirán que 2015 sea simplemente una nueva fecha para el AVE.
Así las cosas, el presidente gallego enmarcó el acuerdo en un contexto en el que la lealtad entre administraciones sea recíproca y síntesis de fidelidad, verdad y realidad.
A continuación, advirtió de que la Xunta aplaudirá al Estado si cumple el protocolo con la misma fuerza que denunciará los incumplimientos y reclamó evidencias de que el Estado tiene voluntad de recuperar el tiempo perdido.
En este escenario, Feijóo concluyó asegurando que sólo habrá una prueba de que las relaciones entre la Xunta y Fomento progresan adecuadamente con las máquinas trabajando en las obras del AVE y la paulatina apertura de las infrestructuras pendientes.
'ACORDO DO OBRADOIRO'
El 'Acordo do Obradoiro' suscrito hoy por Blanco y Feijóo recoge el compromiso del Gobierno central de invertir entre 2009 y 2010 un total de 4.678 millones de euros para adjudicar, licitar y contratar todos los tramos del AVE de conexión con la Meseta. Asimismo, fija la puesta en marcha de este corredor a finales de 2015.
En la firma del convenio, estuvieron presentes destacados miembros del Gobierno gallego como los conselleiros de Economía, Javier Guerra; Facenda, Marta Fernández; y Medio Ambiente, Infraestructuras e Territorio, Agustín Hernández.
También un buen número de diputados de PSdeG, encabezados por el presidente de su grupo y líder de la oposición, Manuel Vázquez, así como los regidores socialistas de Vigo, Abel Caballero, y A Coruña, Javier Losada. Asimismo, hicieron acto de presencia varios diputados del PPdeG, con su portavoz parlamentario, Manuel Ruiz Rivas, al frente.
El presidente de la Diputación de Ourense, el dirigente popular José Luis Baltar, también acudió a un acto en el que no faltó la representación de la patronal, a través del presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla.
Tras sellar el convenio, bautizado como 'Acordo do Obradoiro', Feijóo trasladó su agradecimiento expreso a Blanco por iniciar un nuevo camino de colaboración en materia de infraestructuras que compromete a ambas administraciones. Con voluntad política ha sido posible desbloquear y blindar el AVE en poco más de un mes, proclamó y agregó que este acuerdo formal, solemne y maduro obliga a futuros gobiernos por encima de las siglas.
Ambos mandatarios coincidieron en el carácter histórico del acuerdo suscrito hoy en el Hostal dos Reis Católicos y confiaron en las posibilidades que abre para Galicia. Asimismo, abogaron por la colaboración institucional y la suma de voluntades para lograr un objetivo de país. Galicia está por encima, dijo Blanco y precisó que, en consecuencia, debe quedar al margen de las disputas de ocasión y oportunidad.
Por su parte, el presidente autonómico insistió en transmitir a la ciudadanía una forma distinta de hacer política basada en la unión de esfuerzos. El peregrinaje hacia este acuerdo empezó hace algo más de un mes, recordó y retomó las palabras de Jean Monnet para asegurar que nada es posible sin las personas y nada es duradero sin las instituciones.
CAMBIO REVOLUCIONARIO
En su discurso, Blanco aludió al cambio revolucionario que supondrá para los gallegos la llegada del AVE y lo equiparó a la puesta en marcha del ferrocarril en la Revolución Industrial.
Galicia llega a ella más tarde, pero en condiciones de pasar la página de la historia que aún no le ha sido propicia, subrayó.
Así, recordó que el Estado realizará una inversión sin precedentes que sitúa el primer AVE a Galicia en 2011 entre Santiago y Ourense; que en 2012 la red gallega de alta velocidad esté ya en marcha; y que, finalmente, la conexión con Madrid esté terminada en el entorno de finales de 2015.
Nunca el viejo ideal de una Galicia como ciudad única, de una Galicia unida y vertebrada, habrá estado tan cerca, garantizó el ministro de Fomento, convencido de que conectada la comunidad a través del AVE se verán favorecidas las dinámicas de intercambio que fomentan el crecimiento económico y de empleo.
De hecho, Blanco auguró el incremento de la competitividad de las empresas gallegas con mejores comunicaciones, aunque reconoció que todavía quedarán retos pendientes. Pero con este equipamiento, Galicia será mucho más capaz de hacerles frente por sí misma, que es lo que importa, apostilló.
No se trata sólo de viajar más rápido, está en juego la afirmación de la capacidad colectiva de los gallegos para llevar a Galicia más allá de sus confines territoriales, subrayó el ministro y agregó que los gallegos son, por fin, dueños de su futuro. Si hacemos las cosas bien, la próxima cita se hará con nuestras palabras y si lo hacemos mal, quizás quede diluida por nuestras lágrimas, concluyó.
JUSTICIA CON GALICIA
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo situó el protocolo suscrito en un plano histórico similar al que firmaron en su momento los Gobiernos de Manuel Fraga y Felipe González para impulsar las autovías gallegas y lo identificó con un logro que responde al espíritu crítico e inconformista de los gallegos.
Es un reconocimiento a la justicia de las demandas de Galicia, sentenció Feijóo y coincidió con Blanco en que el 'Acordo do Obradoiro' dirige sin marcha atrás a la ciudadanía hacia la Galicia ciudad única. A su juicio, los plazos, presupuestos y la comisión de seguimiento que incluye el convenio impedirán que 2015 sea simplemente una nueva fecha para el AVE.
Así las cosas, el presidente gallego enmarcó el acuerdo en un contexto en el que la lealtad entre administraciones sea recíproca y síntesis de fidelidad, verdad y realidad.
A continuación, advirtió de que la Xunta aplaudirá al Estado si cumple el protocolo con la misma fuerza que denunciará los incumplimientos y reclamó evidencias de que el Estado tiene voluntad de recuperar el tiempo perdido.
En este escenario, Feijóo concluyó asegurando que sólo habrá una prueba de que las relaciones entre la Xunta y Fomento progresan adecuadamente con las máquinas trabajando en las obras del AVE y la paulatina apertura de las infrestructuras pendientes.
'ACORDO DO OBRADOIRO'
El 'Acordo do Obradoiro' suscrito hoy por Blanco y Feijóo recoge el compromiso del Gobierno central de invertir entre 2009 y 2010 un total de 4.678 millones de euros para adjudicar, licitar y contratar todos los tramos del AVE de conexión con la Meseta. Asimismo, fija la puesta en marcha de este corredor a finales de 2015.
En la firma del convenio, estuvieron presentes destacados miembros del Gobierno gallego como los conselleiros de Economía, Javier Guerra; Facenda, Marta Fernández; y Medio Ambiente, Infraestructuras e Territorio, Agustín Hernández.
También un buen número de diputados de PSdeG, encabezados por el presidente de su grupo y líder de la oposición, Manuel Vázquez, así como los regidores socialistas de Vigo, Abel Caballero, y A Coruña, Javier Losada. Asimismo, hicieron acto de presencia varios diputados del PPdeG, con su portavoz parlamentario, Manuel Ruiz Rivas, al frente.
El presidente de la Diputación de Ourense, el dirigente popular José Luis Baltar, también acudió a un acto en el que no faltó la representación de la patronal, a través del presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla.