El resultado preliminar de la autopsia realizada al cuerpo de la ourensana hallada el jueves detrás de un contenedor junto al polígono de As Gándaras, en O Porriño, confirmó los peores temores. La víctima, que pudo ser identificada por las huellas digitales como Judith Muñoz, residente en la ciudad olívica y de 37 años, fue asfixiada.
La Guardia Civil abrió una investigación criminal tras el resultado del examen forense realizado en el Hospital Nicolás Peña. El cuerpo no presentaba signos externos de violencia, (golpes, lesiones por arma blanca…) pero tenía un trozo de tela en la boca, que apuntaba a que podía haber sido amordazada. Además, los agentes consideran que tal y como se encontraba el cuerpo, vestido y sobre unas silvas, este pudo ser colocado allí y trasladado en un vehículo desde el lugar donde se produjo el crimen.
Fuentes del caso confimaron que no se descarta ninguna hipótesis, aunque la que cobra más fuerza estaría vinculada con la prostitución que la víctima ejercía en ocasiones tanto en Vigo como en Porriño, ya que había tenido algún incidente anterior con un cliente. Esta vía hizo que la Policía Judicial de la Guardia Civil solicitara las imágenes de las cámaras de los alrededores, ITV y empresas para controlar el paso de vehículos. Al mismo tiempo, el equipo de Criminalística de Vigo realizaba a primera hora la inspección ocular de la zona donde fue encontrado el cuerpo recogiendo muestras para su análisis con el objeto de encontrar algún resto biológico o prueba que pueda llevar hasta el homicida.
Tampoco se descarta el entorno de Judith, que estaba en el Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (Viogén), confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno, si bien en la actualidad no tenía ningún caso activo. En concreto, sufrió dos episodios en el pasado con quienes fueron sus parejas ya cerrados, y el último se desactivó ya que durante un mes, las fuerzas de Seguridad no fueron capaces de localizarla ni a través del teléfono ni en la dirección que había aportado