Portugal ha reabierto este sábado 1 de mayo su frontera terrestre con España, que permanecía cerrada desde el 31 de enero. Una noticia muy esperada, sobre todo por los vecinos de la Raia, donde el cierre de fronteras perjudicó a los comercios, que viven casi al 100% del movimiento transfronterizo. Los vecinos de Feces, en Verín, celebraban este viernes el anuncio: "Estamos moi contentos por conseguir a apertura tras a nosa loita”. Pero este entusiasmo se ve empañado por la incertidumbre de saber qué movimientos están permitidos entre España y Portugal.
Aunque el país luso ha abierto este sábado su frontera, Galicia solicitaba este viernes al Gobierno la "máxima colaboración" para mantener el cierre perimetral de la Comunidad. Desde el gobierno gallego quieren mantener los controles y permitir únicamente aquellos desplazamientos que respondan a causas justificadas: sanidad, empleo o educación.
La postura de la Xunta preocupa a los comerciantes raianos: "Pedimos que nos teñan máis en conta, porque os transfronteirizos temos que ter un trato especial xa que é un comercio que non se entende os uns sen os outros”, exclaman los vecinos. Así, la noticia de la apertura de la frontera con el país luso fue recibido entre alegría y preocupación: "Non hai motivo para unha gran alegría, porque abriron as portas pero puxeron unha reixa”.
