La provincia de Ourense, como el resto de la comunidad, encara mañana una segunda huelga de autobuses. En este caso durará dos días, jueves y viernes. La Unión Xeral de Traballadores (UXT), Comisiones Obreras (CCOO) y la Confederación Intersindical Galega (CIG) convocan un nuevo paro para desatascar los cuatro convenios provinciales. Consideran que no se han producido avances significativos, y buscan subidas salariales y mejores condiciones.
La estación intermodal acogió ayer por la tarde una asamblea organizada por los tres sindicatos. Fuentes sindicales confirmaron que esta reunión tuvo como objetivo informar a los trabajadores sobre la huelga y los movimientos que ha habido. Asimismo, en ella se aprobó el calendario de movilizaciones por unanimidad.
El sector se manifestó ayer en Santiago antes de una huelga a las puertas del puente del 1 de mayo. El pasado 31 de marzo ya tuvo lugar un primer paro, y si el conflicto permanece atascado, podría convocarse una huelga indefinida a partir del 8 de mayo. Hoy, representantes de los trabajadores y la patronal están llamados a participar en un encuentro organizado en el Consello Galego de Relacións Laborais para acercar posturas.
Las reclamaciones para mejorar los convenios provinciales que regulan el sector pasan, principalmente, por una subida salarial acorde a la inflación. Tito Pumar, de CCOO, criticó las “xornadas interminables e salarios ridículos”. Afeó a la Xunta que siga “mirando para outro lado” y calificando el problema como “exclusivo de traballadores e empresas”, y criticó el Plan de Transporte de Galicia.
Respecto a cómo se encara la huelga, Pumar comentó que “o ambiente está quente, din que non se sube nada. A xente non aguanta”. Asimismo, advirtió de que “a xente está disposta ó que sexa” para mejorar los salarios -rondan los 1.200 y 1.300 euros, según cifró- y mejorar las condiciones, con jornadas de siete de la mañana a once de la noche.
