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Los principales hechos ocurridos tal día como hoy en Ourense, con la hemeroteca del periódico La Región. Consúltalos en "Historia en 4 tiempos".
Rafael Espino hace una entrevista al escritor orensano en “La Vanguardia”.
-¿Hasta qué punto mitigaron su galleguismo sus años de ausencia?
-Las constantes de lo que va siendo la literatura gallega son algo prácticamente contemporáneo, tienen más o menos mi edad. La prosa narrativa moderna en gallego nace en los años veinte con Castelao; más concretamente con “Os dous de sempre”. No es fácil ser a la vez testigo y parte de estos asuntos… El barroquismo gallego, con toda la percepción de la tierra desde la emigración, sufre un proceso que va desde la “saudade” de urgencia hasta la estilización intelectual: Galicia ya no es una añoranza, sino un menester lúcido.
-Habla usted de Castelao… ¿No mitificó a Castelao la aureola intelectual del exilio?
-El fenómeno de Castelao responde a un ansia de mitos que tiene todo pueblo poco inteligente juzgado… En realidad Castelao aparece ya siendo un poco “milagro”: se da en él una actividad polifacética -que nada tiene que ver con amateurismo-.
-¿Qué aprendió en su casi medio siglo de ausencia?
-Lo aprendí todo. Salí de Orense cuando esta ciudad estaba saturada de inteligencia y galleguidad, donde por aquel entonces se producía el segundo “Rexurdimento” literario y civil en torno a la revista “Nós”, en cuyos 20 años de duración nació exactamente la prosa moderna de la que hoy somos usuarios y tributarios. Salí de Orense a los 18 años, decía, y volvía de una forma definitiva a los 68.
-¿Usted atribuye el renacimiento de la prosa gallega a “Nós”… ¿Exclusivamente?
-Quizá se lo atribuya mejor a sus directores: Castelao, Otero Pedrayo y Vicente Risco.
De la crónica La Vanguardia
Vicente Alonso presentó su cese como secretario general de la Cámara de Comercio de Ourense el pasado 31 de marzo, tras 35 años desarrollando esta actividad, al entender que ya había cumplido con su labor en el órgano cameral.
“Ya no tenía ningún título que ganar”, asegura. Vicente Alonso vivió como protagonista de excepción el paso de seis presidentes diferentes por la Cámara de Comercio. “Comencé cuando tenía 27 años y últimamente ya no tenía tanta ilusión”, apunta Alonso.
Este ourensano de raíces viguesas mantiene que llevaba barajando la posibilidad de dejar la secretaría de la Cámara desde hacía tres o cuatro años. La preparación de las últimas elecciones de la institución provincial retrasaron hasta este año su marcha.
“La Cámara de Comercio necesita de personas más jóvenes”, afirma el ex secretario general. Actualmente su puesto ya está cubierto por otra persona, la funcionaria Elisa Rodríguez, que asumió la responsabilidad desde el cese por los años que tiene de antigüedad en la institución.
Los compañeros de Ourense han querido mostrar a Vicente Alonso su reconocimiento y el personal del órgano central y los miembros del pleno lo homenajearán por separado. Además, la Cámara de Comercio ha solicitado que el Consejo Superior de Cámaras le conceda la Medalla de Plata.
El presidente de la Cámara, Jorge Bermello, lo califica como “un hombre cameral cien por cien”, y asegura que “la profesionalidad de Vicente no hay quien la mejore”.
(C. Castilla. Artículo publicado en La Región de 1999)
En la mañana de ayer tuvo lugar en el cuartel de San Francisco el acto de de la “Despedida del Soldado”.
Presidió los actos el general-gobernador militar de la plaza y provincia, don José Muinelo Quesada, al que acompañaban el coronel-jefe del Regimiento, don Genaro Martínez Espiñeira; alcalde de la ciudad, don Miguel Riestra París; así como los jefes y oficiales del Regimiento, francos de servicio.
El gobernador militar pasó revista a las tropas, que se hallaban formadas con bandera, banda de cornetas, tambores y gaitas, en el patio principal del acuartelamiento. Seguidamente, el coronel-jefe se refirió a la labor común desarrollada por todos en el Ejército, “compartiendo penas y alegrías con los demás”. “Habéis sido buenos soldados y contribuisteis a mantener la fama del glorioso Regimiento de Infantería Zamora 8 -creado en abril de 1580- durante vuestra permanencia en filas. Os deseamos muchos éxitos en vuestra vida civil, pero no olvidéis a vuestro Regimiento. Si algún día queréis venir a visitarlo, seréis recibidos como en vuestra casa”.
Seguidamente los soldados que se licenciaban desfilaron, de uno en uno, ante la enseña de la patria, produciéndose a continuación la entrega de diplomas a los soldados que habían destacado en los cursos de extensión cultural y por su buen comportamiento durante su permanencia en filas.
Finalizado este acto tuvo lugar, ante el monumento a los Caídos, el rezo de un responso oficiado por el capellán del Regimiento don David Freire de Prado. Al término del desfile, en el patio principal del cuartel, los soldados que se licenciaban rompieron filas y arrojaron sus gorros y gorras al aire.
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