Abono casero para suculentas

Aplicar químicos sobre nuestras plantas no siempre es la mejor solución, en la medida de los posible, lo más adecuado es utilizar alternativas naturales que no sean tan dañinas para el sustrato en el que se encuentran

Las suculentas son un mundo entero dentro de la jardinería. Junto con los cactus, sus cualidades hacen que sean una opción perfecta para muchos jardineros, que ya sea porque no tienen mano para las plantas, o porque prefieren especies que entren dentro de la categoría de xerojardinería, es decir, especies de pocos requisitos, son una opción muy utilizada a la hora de elegir plantas de interior.

Además, las suculentas son una gama de especies muy amplia, que tiene una gran variedad de especies de formas y colores. Ésto sumado a lo fáciles que son sus cuidados hace que sean una elección acertada en cualquier caso. En el sistema filosófico del Feng Shui se dice que estas plantas traen buena suerte, un motivo más para tenerlas en nuestra casa, esta buena suerte es mejor si las suculentas están florecidas. Por esta razón, para que los jardineros que tienen suculentas en casa tengan aún mejor suerte y para poder disfrutar de las preciosas flores que este grupo de especies tienen que ofrecernos, hoy os traigo un abono casero que favorece en gran medida la floración de las suculentas.

La cebolla es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía española, sin entrar en detalles acerca de si es o no necesaria en la tortilla de patatas, es sin duda una parte muy importante de la dieta. Que forme parte de tal cantidad de platos no es aleatorio, pues es un alimento que tiene una enorme cantidad de nutrientes que son muy necesarios para la alimentación humana, pero no solo para la humana. Esta enorme cantidad de nutrientes es también muy beneficiosa para las especies vegetales, siendo de gran ayuda para el desarrollo de las suculentas.

La cebolla contiene muchos compuestos químicos que son necesarios para el desarrollo de las plantas. Contiene vitamina B, C, potasio, fósforo, magnesio, hierro, selenio y algo de calcio; nutrientes esenciales para el crecimiento y la floración de las suculentas, además, actúa a modo de abono natural, aportando todos estos alimentos a la tierra en la que crecen ayudando a nuestras suculentas a florecer sana y fuerte

Cómo hacer un abono casero con cebolla

Este abono es muy sencillo de realizar, tan solo hacen falta unos pocos ingredientes y seguir unos pasos y ya podrás utilizarlo sobre tus suculentas para aportar una gran cantidad de nutrientes y favorecer su floración.

Los ingredientes necesarios son: dos cebollas grandes, un litro de agua (mejor si puede ser agua mineral) y un recipiente.

Para elaborarlo, lo primero de todo es cortar la cebolla en pequeños trozos y colocarlos en el recipiente que vayamos a utilizar. A continuación llena el recipiente con el agua hasta cubrir totalmente la cebolla. Ahora solo queda cerrar el recipiente dejando reposar la mezcla durante aproximadamente tres días. Una vez pasado este tiempo, tan solo quedará colar el líquido y tendremos nuestro abono listo para su aplicación.

Cómo aplicar el abono

Este abono es muy sencillo de aplicar, pero hay que tener en cuenta que es, en gran medida, agua, por lo que deberemos ser cautelosos y no pasarnos con la dosis, pues podría suponer un exceso hídrico para nuestras suculentas, hay que recordar que son especies que necesitan muy poca agua.
Para aplicarlo, lo mejor es verter el contenido en un pulverizador de agua, de esta manera, se aplicará de una manera más homogénea sobre toda la planta. Una vez dispuesto el aplicador, solo tendremos que pulverizar la parte aérea de la planta una vez cada, como mínimo, quince días. Con este abono nuestras suculentas florecerán fuertes y bellas.

Consultorio | Mi planta ha empezado a perder parte de su follaje. ¿Qué puede estarle ocurriendo?

Gracias por su consulta. Por lo que se puede apreciar en la foto que adjunta, parece que a su higuera -Ficus elastica- le faltan nutrientes. Este detalle es muy perceptible, concretamente, en hojas que se encuentran amarillentas. Estas hojas acabarán cayendo también si no se le aplica un fertilizante que reponga los nutrientes de los que su sustrato carece. Los nutrientes que más comúnmente son asociados al estado en el que se encuentra su planta son: nitrógeno, fósforo, potasio, zinc y cobre.

La falta de nitrógeno se muestra con un amarilleamiento de las hojas más viejas, extendiéndose si las carencia persiste, en caso de una ausencia de cobre, serán las más jóvenes las que se amarillearán primero. En caso del potasio las hojas se acaban tornando marrones y se arrugan. Si la falta es de fósforo la planta pierde vigor. Si se debe a una ausencia de zinc, las hojas se amarillearán primero por la base.

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