Así deben ser los cuidados de los bulbos de otoño

Un año más el verano se aleja y nos adentramos lentamente en la nueva estación, por este motivo, también deberemos cambiar nuestras plantas buscando ahora las que se adapten al nuevo clima y la reducción de las horas de luz

Como cada año el verano toca a su fin, las horas de luz comienzan a descender, las noches llegan antes, las temperaturas bajan y las lluvias protagonizan cada vez más de las jornadas. Con todos estos cambios, las plantas que proliferaban durante los meses estivales comienzan lentamente a decaer, dejando paso así a las plantas que mejor se adaptan a estas nuevas condiciones, momento al que los jardineros ya están acostumbrados y, en ocasiones, aguardan con alegría.

Muchas plantas crecen durante los meses cálidos, mientras que otras tantas crecen durante los meses frío, cada una de ellas está adaptada a las condiciones de una época del año, unas buscan el fotoperíodo largo mientras que otras buscan el corto, creciendo ambas en los momentos precisos para desarrollarse ante las mejores condiciones. Los bulbos, también mal llamados “patatas”, son una familia de especies curiosa, dentro de la misma categoría nos encontramos dos variedades, los bulbos de primavera y los bulbos de otoño. Mientras que las patatas son tubérculos, los bulbos son una formación similar, son engrosamientos de las raíces que almacenan nutrientes.

Los bulbos de otoño deben ser plantados durante los meses de octubre y noviembre, lo que permitirá que las plantas se desarrollen y florezcan durante la primavera, momento en el que deberemos prepararnos para plantar los bulbos de primavera, los cuales disfrutaremos durante el otoño. También existen técnicas para forzar la floración de los bulbos. Estas técnicas no causarán daño a las plantas, pero sí acortarán la vida de los bulbos, ya que la función de la técnica es simular el paso del tiempo alcanzado los umbrales necesarios para la floración de los bulbos.

Estos bulbos pueden reutilizarse de un año al siguiente, pues una vez acabada su floración, la planta entrará en un letargo conocido como dormancia, en este momento solo deberemos retirar el bulbo y guardarlo en un entorno fresco y seco, evitando que genere nuevas raíces. De esta forma, podremos volver a plantarlo al año siguiente.

Jacinto

Los jacintos no son especies demasiado complicadas, pero si que quieren tener el sustrato húmedo, requiriendo de riegos frecuentes pero no especialmente abundantes, pues es susceptible al encharcamiento, como ocurre con la mayoría de los bulbos. Podremos ver sus flores a principios de primavera.

Lirio

Debido a su amplia gama de colores es una excelente aportación a nuestro jardín en primavera. Son una especie con unos cuidados muy sencillos y con una gran facilidad para ser multiplicados. En primavera, cuando crecen, forman una amplia mata tupida de flores que adornará nuestros jardines.

Tulipán

Una de las ventajas del tulipán es que puede ser plantado desde los inicios del mes de septiembre hasta el mes de enero. Esta planta tan emblemática de Holanda es ofrece una flor llena de colores durante la primavera, su floración se produce habitualmente entre marzo y abril, dependiendo de las condiciones climáticas de cada región.

Narciso

En muchas regiones de la península, la floración del narciso silvestre es un indicativo de la llegada de la primavera. Sin embargo, en caso de las especies cultivadas en jardín, su floración dependerá del momento en el que la hayamos plantado. Este paso lo podremos realizar entre los meses de agosto y diciembre para verla florecida entre los meses de febrero y abril.

Consultorio: Mi planta está mustia y pierde hojas, además tiene una telilla blanquecina. ¿A qué se debe?​

Gracias por su consulta. Según las fotografías adjuntadas en su correo, esta telilla blanca y viscosa es una seda que producen las cochinillas algodonosas, una plaga muy habitual en una enorme variedad de especies vegetales. Es una especie que, si bien es muy difícil de combatir, es posible de eliminar. Este insecto chupa la savia de las plantas, lo que provoca que la planta pierda vigor y pueda acabar muriendo si la plaga se extiende demasiado. Además, las heridas que producen para extraer estos jugos pueden infectarse, derivando en otras enfermedades para la planta.

Para eliminarla, deberemos aplicar un insecticida. Como la afección ya se encuentra bastante extendida, recomendaría la aplicación de un insecticida específico para cochinillas. Una vez eliminada continúe aplicando un insecticida para asegurarse de que no han quedado pequeñas larvas que puedan reinfectar la planta.

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