En la mayoría de plantas, la coloración de las flores es genética, por lo que un ejemplar de cierto color, siempre generará flores de dicho color, mientras que su descendencia variará su coloración en función del aporte genético de la contraparte correspondiente. Esta mecánica es lo que hace que en el mundo floral dispongamos de una gama tan variada de colores, siendo más variada en algunas plantas que en otras.
Es el caso por ejemplo de la petunia, que dispone de una enorme variedad de coloraciones distintas. En ocasiones, incluso se inducen coloraciones por medio de la inyección de pigmentaciones, como las orquídeas azules, que son en verdad orquídeas blancas con una coloración inoculada de forma artificial. El caso de las hortensias, por otro lado, es algo más particular. La coloración de las flores de las hydrangeas se puede alterar entre tonos rosas y azules, hoy veremos como hacerlo.
Las hortensias, muy abundantes en Galicia, son unos arbustos que abundan en las regiones de suelos ácidos, como es Galicia. Para crecer necesitan un entorno de semisombra, que no reciba demasiada luz directa en verano, pudiendo reposar a pleno sol durante el resto del año; mucha agua, pudiendo llegar a absorber 40 litros por día durante los meses más cálidos y un suelo con un pH ácido. Con estas condiciones, esta planta arbustiva generará unas preciosas hojas verdes oscuras y unas flores grandes y coloridas.
¿De qué color son las flores de las hortensias? Una vez comprada la planta puede que hayamos visto sus flores de un color, pero una vez trasplantada, puede que este color no sea el mismo, esto se debe a que la coloración de las flores de las hortensias dependen, principalmente, del pH del suelo sobre el que se desarrollan.
Para resumir, el pH del suelo marcará el color de nuestras hortensias. Para conocer el pH del suelo de nuestro jardín podemos utilizar distintos métodos. El más sencillo es utilizar un medidor digital, pero también podemos utilizar kits de medición. Estos preparados suelen ofrecer instrucciones precisas sobre como medirlo, tomando una muestra de tierra, disolviéndola y vertiendo el líquido sobre un papel indicador de pH que variará su color en función del pH de la mezcla. Una vez conozcamos el nivel de acidez del suelo podremos conocer el color que tendrán las flores de nuestras hortensias. Un pH de entre 4,0 y 5,5 dará hortensias azules, un pH de entre 6,0 y 6,5 dará hortensias rosas y un pH de 8,0 dará hortensias blancas.
Cómo cambiar el color de las hortensias
Sabiendo el color que buscamos y el pH necesario para obtener dicho color, solo necesitaremos variar el nivel de acidez de nuestro suelo para poder alterar a nuestro gusto el color de las flores. Existen distintos elementos que lograrán hacer descender el nivel de pH del suelo, por ejemplo el azufre. La aplicación de este elemento puede aumentar la acidez del suelo, pero es un proceso lento y debe ser vigilado para no excederse, la aplicación de entre 0,5 y 1 kilogramo de azufre por metro cuadrado reducirá el pH paulatinamente y de manera controlada.
El sulfato de hierro se aplica en el riego y es una forma mucho más rápida de acidificar el suelo, para bajar aproximadamente 1 grado el pH del suelo, una dosis de 4 gramos por litro de agua de riego debería bastar.
El amoníaco también es un acidificante bastante rápido, además, muchos de los fertilizantes recomendados para plantas acidófilas disponene de este compuesto en su composición.
Una vez hayamos alcanzado el pH necesario aplicaremos un fertilizante únicamente rico en potasio, esto mantendrá intacta la acidez del suelo y aportará los elementos necesarios para el desarrollo floral de la hortensia.
Consultorio
Me he ido de vacaciones y al volver mis surfinias estaban así, ¿qué les ocurre? ¿Tiene solución?
Gracias por su consulta. A primera vista, gracias a las fotos que ha adjuntado a su pregunta, parece que sus surfinias han contraído una de las plagas más comunes de esta especie, la araña roja. A pesar de su nombre, este insecto no es una araña, sino que es un ácaro, un pequeño insecto de la clase arácnida. Estos pequeños insectos son muy difíciles de apreciar a simple vista, pero se reconoce su actividad por la presencia de una seda, similar a la de las arañas.
Se alimentan de las plantas a nivel celular, causando graves trastornos sobre éstas que vienen “firmados” con una mancha pálida que contrasta con el verde natural de la planta.
El jabón potásico es una gran solución para combatir esta plaga, además es un remedio natural que no causará daños a las plantas sobre las que se aplique, permitiendo que sea aplicado como preventivo sobre otras surfinias que tenga cerca de la planta afectada.
Manuel García; Ourense
