La Hydrangea macrophylla es una planta perteneciente a la familia de las Hydrangeáceas, originaria de Asia, concretamente de Japón, China y Corea donde desde tiempos remotos se utilizaban sus diversas especies como planta ornamental. Si bien llegó a Europa en el 1700 gracias a los misioneros portugueses y al naturalista Philibert Commerson que visitó China junto con el navegante Luois Antoine de Bougainville, su conocimiento era anterior ya que se encontraban reproducidas en la decoración de telas y cerámicas procedentes de esos países orientales. Es muy abundante en Galicia.
Su nombre hydrangea significa que necesita agua en abundancia; el adjetivo específico macrophyla hace referencia a sus hojas grandes. Se le conoce también con el nombre de Hydrangea giapponese y por este motivo se le llama también “rosa de Japón”. En chino se le conoce con el nombre de “flor de los ocho inmortales”, un grupo de deidades de la mitología china.
Aunque hay varias versiones sobre el nombre dado a esta planta, la mayoría concuerda en que se lo puso Commerson en honor a la mujer de la cual estaba enamorado y que era la esposa de uno de sus mejores amigos, la astrónoma Mme Nicole-Reine de la Brière Lepaute, la cual se hacía llamar Hortensia en la intimidad.
Se trata de una planta arbustiva que puede alcanzar hasta más de dos metros de altura. Crece en terrenos húmedos, preferentemente soleados a la mañana y con sombra a la tarde. Non son amantes del sol directo.
Su tallo es leñoso, de color castaño claro, cuando la planta es adulta. En las especies jóvenes es herbáceo y verdoso con manchas de color marrón. Sus hojas, que aparecen en la primavera, son grandes, simples, opuestas, membranosas, ovaladas, terminadas en punta, de color verde intenso y con los bordes dentados. En invierno la planta se desnuda totalmente de ellas. Estas hojas, una vez fermentadas y dejándolas secar, tienen propiedades antialérgicas y antimicrobianas; además, se cree que pueden constituir un posible recurso contra la malaria y, también, contra la diabetes ya que reduce el contenido de azúcares en la sangre. En Japón, con una de las variedades de esta especie se prepara un té dulce, llamado amacha, que se obtiene haciendo fermentar las hojas.
Son plantas de prolongada floración. Sus espectaculares y características inflorescencias, generalmente grandes y globosas, casi esféricas, están compuestas en realidad de brácteas coloreadas y no de auténticos pétalos. La verdadera flor, mucho más pequeña, está situada en el centro de la bráctea. Aparecen también en primavera y duran hasta los primeros fríos, época del año en la que se tiñen de un bellísimo color rojizo, dando una tonalidad cálida al paisaje otoñal. Sus intensos colores, que puede variar del azul, al blanco, violeta, rosa o rojo vino, no son una propiedad característica de la planta, sino una consecuencia del grado de acidez del suelo y de las sustancias presentes en el terreno o de los aditivos con los cuales es tratada. Así, en terrenos más ácidos son azuladas o violáceas y en caso de terrenos alcalinos, se colorearán de blanco o rosa, pudiendo adquirir las hojas, en este último caso, una tonalidad amarillenta. En este caso hay que añadirle sales de hierro. En conclusión, es posible manipular su coloración utilizando aditivos o variando su concentración en el terreno para variar su acidez. El fruto es una pequeña cápsula globosa.
Las hortensias son muy bellas y decorativas tanto en jardines como en macetas. No es necesario comprarlas, ya que para su reproducción basta cortar sobre un cuarto del ápice de cada rama y clavarlo en el suelo ligeramente ácido. Deben regarse, pero no excesivamente. En general, requieren pocos cuidados. Una vez secas son también muy vistosas. Para ello, se pueden colgar, preferentemente boca abajo y pasado un tiempo hacer bonitos ramos que mantiene el color durante bastante tiempo. Es una flor muy utilizada en las celebraciones litúrgicas.
Acerca de su simbolismo hay muchas opiniones. Algunos botánicos la definen como símbolo de gracia, belleza y abundancia. Según la cultura oriental japonesa la planta se asociaba a las emociones sinceras, sobre todo en casos de gratitud por la comprensión recibida al haber tenido un comportamiento inapropiado. Además, la Hortensia viene regalada para manifestar el nacimiento de un amor, si bien su significado concreto varía según el color: la blanca manifiesta el amor sincero; la azul se regala a una amante voluble y caprichosa, pero por la cual se prueba un amor profundo; la rosa habla de que la persona a la cual se le regala es el único verdadero amor. Otros opinan que el blanco es símbolo de pureza, el azul invita al perdón, el rosa es el símbolo del amor y el rojizo de riqueza.
Hortensia es nombre de mujer usado desde la antigüedad. Ya en el siglo I a.C. encontramos en Roma a la célebre Hortensia, la hija del abogado y cónsul, Quinto Hortensio Hórtalo. Hortensia había recibido una educación superior equiparable a la que los romanos reservaban solamente a los hombres. Mujer de gran oratoria, supo usar los argumentos del derecho romano para conseguir la derogación parcial de un impuesto que afectaba a las mujeres romanas adineradas y que serviría para sufragar la guerra. Aun actualmente es muy usado como nombre de mujer. El onomástico lo celebran el 11 de enero.
