Jardinaría

Cómo saber si tus plantas necesitan hierro y cómo aportárselo

Jardín a todo color. Pixabay
photo_camera Jardín a todo color. Pixabay

La falta de hierro en las plantas puede provocarles una clorosis férrica, entre otras carencias que, a menudo, terminan derivando en una enfermedad

 

Con el paso del tiempo los forjados de hierro se oxidan por acción del oxígeno que conforma el aire. Este proceso es una reacción química del metal a la acción de este elemento gaseoso, como resultado se forma el óxido de hierro, un componente que resulta de lo más beneficioso para algunas plantas, principalmente, las que requieren de un suelo ácido en el que desarrollarse, como son la camelia, la hortensia o la gardenia.

Este es uno más de los artículos que La Región propone para preparar el jardín de cara a la llegada de la primavera, como con esta lista de consejos útiles.

Y es que esa caja de clavos oxidados que va a acabar en la basura para evitar un accidente doméstico pueden tener un mejor uso y ser “reciclados” en nuestro jardín. El hierro es un oligoelemento -también llamados micronutrientes- que resulta vital para los procesos de las plantas. Interviene en procesos tan importantes como la síntesis de clorofila y otros procesos enzimáticos y metabólicos. Para saber si recurrir al óxido de hierro en nuestros jardines es muy importante conocer el pH óptimo para nuestras plantas.

Utilizar óxido de hierro acidifica el suelo lo que favorece la absorción de elementos como el mismo hierro, el cobre, el zinc o el manganeso, pero también si el suelo se acidifica en exceso, reducirá la absorción de otros como fósforo, el potasio o el magnesio. Todos estos elementos son de gran importancia para la vegetación, por lo que es necesario buscar un equilibrio del pH en la mayoría de los casos, las excepciones son las plantas acidófilas, que proliferan en suelos ligeramente ácidos, con pHs que rondan entre el 5,5 y el 6.

El caso de las hortensias por ejemplo, el pH del suelo no solo afecta a sus capacidades de crecimiento, también alteran su aspecto. Una hortensia florecerá con un color más o menos intenso dependiendo del pH además de que toma una gama de colores que dependen de esta cualidad, como si de un indicador se tratase. Si una hortensia se desarrolla en un suelo ácido de entre 4,5 y 5 florecerá de color azul, siendo este el más cotizado de todos. En caso de que el pH sea entre 6 y 6,5 sus flores serán rosas y blancas con pH en torno a 8.

El hierro conforma una parte vital en la síntesis de clorofila de las plantas, por esta razón, detectar una deficiencia de este oligoelemento es muy sencillo para su supervivencia. Cuando una planta necesita hierro, lo manifiesta sufriendo una decoloración de las hojas, si sus hojas han perdido su verde habitual y se han tornado en un verde más apagado o en un tono más cercano al amarillo, quiere decir que necesita un aporte de hierro. Esta enfermedad es conocida como clorosis férrica y en los casos más severos puede llegar a afectar a las hojas más adultas pudiendo llegarse a producir una necrosis, desecación y caída de las hojas.

La manera de aportar hierro a las plantas

El principal problema del hierro no es su ausencia. El hierro es un oligoelemento muy presente en la mayoría de los suelos, pero en ocasiones, se encuentra bloqueado y las plantas no son capaces de asimilarlo.

Para desbloquear este elemento y permitir a nuestras plantas tomarlo, es necesario reducir el pH, para ello, podemos introducir unos clavos oxidados en una tina con agua y a continuación regar nuestras plantas con ella. Esto aportará una gran cantidad de óxido ferroso, lo que reducirá el pH de la tierra desbloqueando el hierro. Si nuestras plantas no soportan entornos ácidos deberemos abstenernos de usar esta práctica, pues la solución podría ser peor que la enfermedad.

En caso de que nuestra especie no sea acidófila el proceso puede ser el mismo, pero la dosis debe ser menor y deberemos vigilar la reacción de la planta ante el aporte.

El consultorio

"Mi costilla de Adán tiene muchas raíces que sobresalen de la maceta, ¿podría recortarlas?"; pregunta Ana María Riol (Ourense)

Gracias por su consulta. La monstera, o costilla de Adán, es una especie que habita en regiones tropicales con climas especialmente húmedos. Debido a la gran competencia que tiene con otras muchas especies en su entorno, con el tiempo, desarrolló la habilidad de generar estas raíces aéreas. A pesar de que sean poco estéticas, son necesarias para la planta. Aunque no entren en contacto con la tierra, estas raíces están diseñadas para captar la humedad ambiental, lo que, en su hábitat natural, le permitiría adelantarse al resto de vegetación a la hora de obtener agua, captándola directamente del aire antes de que precipite. En un entorno doméstico, le permite recibir un aporte de agua a pesar de habérsenos olvidado regarla, permitiéndole aguantar más tiempo con el sustrato seco.

La respuesta rápida a su pregunta es no. No se deberían cortar estas raíces pues cumplen una función vital para la planta. 

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