El crecimiento en la demanda de frutos secos está planteando nuevas ideas al campo gallego, pero sobre todo al monte. Además de la calidad de su madera, el avellano proporciona uno de los frutos más apreciados y mejor valorados por sus beneficios para la salud
Además de la Nutella, la Nocilla y otras cremas que tan asociadas tenemos a las meriendas de nuestra infancia, el catálogo de alimentos que incluyen la avellana entre sus ingredientes es bastante numeroso.
El avellano es un arbusto originario de Asia Menor que se ha extendido por todo el Mediterráneo, primero, y luego por el resto del mundo. Turquía es el gran productor: prácticamente tres cuartas partes de las avellanas cultivadas en el mundo salen de ese país a caballo entre Europa y Asia. Italia es el segundo productor de Europa y España baila entre el tercero y el cuarto puesto según venga la cosecha.
La creciente demanda de frutos secos, sobre todo en Europa y Estados Unidos, dadas sus cualidades nutricionales ha convertido el avellano en uno de los cultivos preferentes por su alta rentabilidad. Galicia se ha subido a esta tendencia y existen plantaciones experimentales en A Estrada, donde se estudia si el clima y los distintos suelos que proliferan en Galicia se adaptan al cultivo rentable de la avellana.
El avellano forma parte de muchos jardines y huertos particulares de Galicia pero no existe un cultivo extensivo. El árbol es rústico, aguanta bien un clima húmedo, prefiere suelos permeables y tolera los fríos del invierno aunque las heladas tardías pueden dar al traste con la floración y perjudicar la producción de la siguiente cosecha.
El castaño y el nogal, que aportan anualmente su cosecha de frutos muy demandados y el aprovechamiento de una madera muy apreciada en la industria del mueble ya forman parte de nuestro paisaje forestal. La almendra, el pistacho y la avellana, llegan en una segunda oleada, a la vista de los altos precios que dichos frutos secos están alcanzando en los mercados internacionales y la facilidad para encontrarles comprador.
Joyas para la salud
Al igual que la almendra y la nuez, la avellana entra dentro del catálogo de joyas para la salud.Su contenido en vitamina E y en otros elementos han situado la avellana enel cuadro de honor de los mejores frutos secos para tomar a diario. Pero como buenas joyas, han de consumirse en pequeñas cantidades, puesto que la mayor parte de su composición es grasa: nada menos que el 60 por ciento, lo que da una media de 675 kilocalorías por cada cien gramos de alimento.
