Después de la nabiza llegan los grelos, que suelen florecer al final del otoño. Este tiempo revuelto de 2022 en el que hay temperaturas mínimas tan elevadas ha anticipado su temporada como en casi todo lo que se da a campo abierto.
El grelo es, tal vez, el único o uno de los pocos productos que se siguen vendiendo por manojos, que suelen pesar entre medio y un kilo, atados con cinta vegetal.
En la Galicia Sur tenemos querencia por la variedad o ecotipo Santiago, menos amargo que el de Globo blanco de Lugo. Pero entre uno y otro hay variedades más tempraneras, más tardías… aunque ello va a depender más de las características de cultivo.
Nuestros vecinos portugueses trabajan variedades muy parecidas a las nuestras, y los utilizan como guarnición tanto en carnes como en pescados e incluso el pulpo. Por suerte su precio no se ha disparado esta Navidad.
