A Rúa y Petín, unidos por el Sil y el vino

Quienes no son de Valdeorras, y solo conocen esa comarca de verla pasar por la ventanilla del tren, piensan que A Rúa y Petín son un mismo municipio. La estación con su cartel “A Rúa-Petín” ha contribuido mucho a esa confusión. “Ese vino viene de A Rúa de Petín”, he llegado a escuchar alguna vez. La vía del tren y el cartel ha unido los nombres de ambos municipios lindantes, que comparten la misma denominación vinícola, con el Sil como gran intermediario entre ambos: a la orilla derecha, A Rúa. En la izquierda, Petín. Similares en extensión, 35 y 30 kilómetros cuadrados, respectivamente, Petín es más montañoso y sus viñedos miran al Norte, mientras en A Rúa, con más valle, su orientación resulta más meridional, lo que da vinos de perfiles diferentes.

A Rúa cuenta con catorce bodegas y Petín con cinco. Ambos municipios suman casi la mitad de todas las bodegas de Valdeorras, aunque en el caso de las de A Rúa, no tienen todos sus viñedos en el término municipal, como sucede con Rafael Palacios que pese a tener la sede de su bodega en A Rúa, la mayor parte de sus viñedos se encuentran en O Bolo.

La decana de las bodegas ruesas es la Cooperativa y su Pingadelo fue uno de los primeros monovarietales de Mencía, sino el primero, de cuantos salieron de la denominación de origen de Valdeorras. Otro de los históricos nombres de Valdeorras también se encuentra en A Rúa: Joaquín Rebolledo, uno de los primeros viticultores que apostó por las variedades autóctonas en la década de 1970. Mencía y Garnacha son las principales variedades tintas, aunque encontraremos en bodegas como Alán de Val vinos de Brancellao, Caíño longo. Sin embargo, pese al gran valor enológico de sus tintos, Valdeorras es una región vinícola en la que dominan los blancos y en el caso de estos dos municipios vecinos ese predominio lo vamos a encontrar en la mayoría de las bodegas.

Hemos traido una selección de ocho vinos que nos describen la gran diversidad de matices que se pueden lograr variedades que se expresan de forma diferente según la altitud, el terreno y la exposición al sol.

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