Timberborn, gestiona los recursos de una ciudad habitada por castores

Un creativo juego de gestión de recursos y construcción de ciudades

En los últimos años se han publicado muchos títulos del género city-building. A pesar de este género está muy monopolizado por títulos como Tropico o City Skylines, muchos se han hecho un hueco en las bibliotecas de los gamers debido a la adición de mecánicas nuevas que aportan un gran avance a este tipo de juegos. Tenemos por ejemplo el Rimworld de Ludeon Studios. Este título supuso un cambio radical a este estilo de juego, ya que añadía a la creación de ciudades -que en este caso se trataban más bien de asentamientos- la gestión de los aldeanos y el combate. Este título fue un paso para los city-building hacia algo que se asemejaría más bien a un RTS (estrategia en tiempo real).

Estos juegos tenían algo en común que hizo que destacasen en el mercado, siendo acogidos y creando una comunidad de fans de este estilo de juego. El juego que analizamos hoy no tiene estas mecánicas, pero lo compensa añadiendo otras que le dan esa personalidad propia que aupó las ventas de estos títulos.

Timberborn es un juego del género city-building desarrollado por Mechanistry. Lo primero de todo es la historia. El juego nos transporta a un mundo en el que la humanidad ha llegado a su fatídico final y ahora la tierra ha sido colonizada por castores. Esa no te la esperabas, ¿verdad? Pues esto influye en todas las construcciones y la estética del juego.

Cada edificación tiene un particular diseño, adaptado a las posibilidades de estos seres, más antropomórficos que los que conocemos, pero castores a fin de cuentas. El juego nos propone una amplia gama de posibilidades, de lo que más me ha gustado ha sido como juega con la verticalidad. En la mayoría de juegos de este género, los terrenos son muy planos. Con esto me refiero a que en una superficie podremos situar una edificación y ese terreno está ocupado. En Timberborn que una superficie haya sido ocupado con un edificio no quiere decir nada, pues la mayoría de edificaciones pueden albergar otra planta más, y otra, y otra… Así acabaremos con una ciudad llena de edificios de madera de varias plantas, permitiéndonos no alejarnos demasiado de los centros cívicos para ofrecer refugio a nuestros habitantes.

Pero sin duda, lo que más personalidad le da a este título, sin contar que son castores, es el agua. En la mayoría de juegos el agua es un recurso presente, pero en Timberborn el agua es tan vital como en la vida misma. El primer desafío al que nos enfrentaremos serán las sequías, habituales en la zona. Con el tiempo, podremos crear sistemas de presas que nos facilitarán sobrellevar las sequías.

Si te gustan los juegos del género city-building, Timberborn sin duda te encantará. He dedicado horas a este título y aún tengo pensado dedicarle más. Tiene muchas horas de juego antes de poder lograr una ciudad “autosuficiente” y aun así, la colonización de otras tierras es una opción muy apetecible. Además, a esto se le suma el sistema de objetivos, con el que podremos desbloquear otras “razas” de castores, con otras posibilidades diferentes. ¿Algo negativo? Eché en falta un sistema de organización más sencillo, pues a veces saber que castor está ocupando cada puesto de trabajo se hace algo tedioso al mezclar varias secciones. En general, desde mi opinión de fan del género, el juego se merece un 7,5 sobre 10.

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