Juventud y talento se dan la mano con Inés Sotelo (Ourense, 2006). Sigue avanzando en su formación. La misma que le llevó del Blanco Amor al Bosco, para luego dar el salto al Ensino. La júnior sigue dando pasos hacia delante. Tanto que se ha convertido en una habitual en las selecciones nacionales. Primero con la sub-16 y ahora con la sub-18. A pesar de ser una “benjamina” en ese combinado, ha sido convocada para iniciar la preparación de cara al Eurobasket de Turquía, que se celebra al inicio de julio.
“Da gusto que, después del trabajo de toda la temporada, sigan recompensándote. Con ganas de ir a por más y a ver si lo hago bien. Primero nos concentramos en Viveiro, donde jugaremos un torneo. Después iremos a Portugal, a Barcelos, para disputar otro”. Y de ahí saldrá la lista definitiva para la cita continental. “Tampoco voy pensando si me van a llevar o no. Voy a entrenar y a hacerlo lo mejor posible, a mejorar y disfrutar de la experiencia”.
Un buen colofón a una temporada de objetivos cumplidos en tierras lucenses. “El año en Lugo fue muy bien, con una temporada muy completa. En júnior, primeras de Galicia invictas, y en Nacional casi nos clasificamos para la fase de ascenso”, recuerda.
Los inicios
Por edad, no hay que remontarse mucho para recordar el inicio de todo. “Pues nuestros padres nos apuntaron a diferentes deportes, para que fuéramos probando. Y, en el caso del baloncesto, empezamos primero mi hermana Lucía y yo, y luego mi hermano Martín. Comencé en el equipo del cole, el EDO Blanco Amor, luego nos cambiaron para el Bosco, donde quedamos campeonas de Galicia. Y ya después nos fichó el Ensino”.
La historia es curiosa. Mucho. Lucía con 18 años, Inés con casi 17 y Martín con 15 son hermanos, jugadores de baloncesto y miembros del Ensino. Casi nada. “Estamos dominando el club, un poco sí”, bromea la ourensana, que está literalmente como en casa.
Baloncestistas a pesar de que en casa hay una olímpica en atletismo. Su madre, Marta Míguez, compitió en Sidney 2000 lanzando javalina “De pequeñas probamos atletismo también, pero no sé, a esa edad no me entusiasmaba hacer ningún. Después el baloncesto tiró más. Javalina… creo que probamos en Monterrei alguna vez. Pero ya no lo intentamos mucho más”, recuerda con una sonrisa.
Inés Sotelo mira más hacia el futuro. Toca un verano en la pista. Objetivo, el Europeo de Turquía, aunque llegar hasta este punto ya vale oro. Después tocará afrontar segundo de Bachiller. Pero los libros pueden tomarse una pausa temporal. Primero, tiempo para las canastas.
