Carlos Montero: "El FIC nace para visibilizar Verín y dinamizar la villa"

Carlos Montero (Ourense, 1982) afronta, como director, la octava edición del Festival Internacional de Cortos (FIC) Vía XIV de Verín, que arranca este viernes. Este año llega con un incremento notable de actividades paralelas y de cortos a concurso. Montero es la cara visible de un equipo amplio -23 integrantes- que trabaja sin descanso todo el año. Este año se incrementó toda la actividad. El Festival siempre va cambiando todos los años, adaptándose a lo que vamos analizando que funciona y no. El último año, después de la pandemia, decidimos implementar lo que era la zona exterior con conciertos y, en ese movimiento, tuvimos que reducir cortes porque los recursos son limitados. Este año, haciendo un esfuerzo, aumentamos los cortos y trabajamos en hacer unas actividades paralelas para todos los públicos. ¿Resalta, entonces, ese esfuerzo por crecer año tras año? Sí, hicimos un esfuerzo considerable en intentar hacer una programación muy variada y pensada en combinar la parte cinéfila con actividades que llamen la atención del tejido local, como puede ser el espectáculo de Pepe Viyuela o temas como la sostenibilidad e inteligencia artificial. Viyuela es de lo más destacado en la programación de este 2023. Todos los años traen a personas conocidas, ¿por qué? Entendemos que un festival de cine tiene que tener una programación matriz de cortometrajes de calidad, pero luego tienes que tener una serie de actividades que sean atractivas para todo el mundo y sin caer en la comerciabilidad absoluta. Nosotros siempre buscamos que venga quien venga tenga sentido. Es decir, Pepe Viyuela es conocido, pero viene porque tiene un documental que habla de la Guerra Civil que se enmarca dentro de nuestras categorías, para nosotros tiene un sentido. Y juega un papel importante la sostenibilidad ambiental. Una de las premisas también del FIC es el tema de las fronteras, los horizontes. Entendemos que una de las fronteras más inminentes que tenemos es el medio ambiente, sin este no hay nada. Decidimos hacer una sección paralela dentro de la categoría Horizontes que habla de temas diversos sobre medio ambiente. También quisimos tocar la Inteligencia Artificial, porque es una realidad que yo creo que va a cambiar el paradigma de todo. Nosotros lo tocamos desde el punto artístico de la comunicación, pero creemos que es importante hablar y debatir sobre la ética de los derechos de autor. Son fronteras inminentes y ya presentes. También está muy presente la música en directo, ¿por qué? Esto no es un festival de música, pero entendemos que siempre quisimos que fuera un contenedor cultural. Por eso nos interesa mucho que la gente tenga una zona exterior donde al salir de las pelis pueda sentarse a hablar o incluso coincidir con los directores. Una zona amena de debate en la que tengas algo para picar y siempre tratar de hacer sinergias con lo que consideramos que son los motores de la comarca: DO Monterrei, Aever, hostelería. La premisa del FIC siempre fue servir como altavoz a la gente que hace cosas y al mismo tiempo generar esas sinergias, al final se trata de mover la economía local. El impulso de lo local parece fundamental para el FIC. Sí, yo lo digo siempre. El FIC tiene forma de festival porque es lo que sabemos hacer, nos dedicamos a esto, pero el FIC nace para dinamizar el pueblo y visibilizar Verín. Cada uno hace lo que sabe hacer, y nosotros le dimos forma de festival porque es lo que sabemos hacer, nos dedicamos a esto. ¿Supone mucho trabajo organizar el festival? Sí, mucho. Como todo, con los años cada vez cuesta más. Vas arrastrando ciertas cosas, el presupuesto va justo, hay mucha tensión. Somos una asociación cultural y no vivimos de esto, y son ocho años y cada vez se hace más difícil. Y lo que digo siempre, hacer un festival en un entorno rural es más complicado que en lugares donde están más al orden del día. Aquí mover gente es también más complicado. ¿Cómo definiría al FIC? Los festivales de cine, como el FIC Vía XIV, se alzan como faros de pensamiento crítico, ofreciendo un espacio donde las películas trascienden su papel meramente visual para convertirse en catalizadores de diálogo y acción. Son foros en los que la audiencia es desafiada a contemplar, debatir y actuar ante las cuestiones apremiantes de nuestro tiempo, recordándonos que el cine puede ser mucho más que una distracción, puede ser un poderoso medio para moldear la comprensión colectiva y catalizar el cambio, tan necesario en la actualidad.