Si Xinzo vivió con intensidad el domingo de corredoiro, en Verín tampoco pasó inadvertido. Más de un centenar de cigarróns saludaron a los vecinos a la salida de la misa protagonizando carreras con látigo en mano y haciendo oír sus chocas.
Más de un centenar de cigarróns saludaron ayer a los vecinos de Verín a la salida de la misa en la calle Mayor y las Plaza de la Merced y García Barbón, en el casco antiguo. La máscara fue portada tanto por niños como adultos.
Más de un centenar de cigarróns saludaron ayer a los vecinos de Verín a la salida de la misa en la calle Mayor y las Plaza de la Merced y García Barbón, en el casco antiguo. La máscara fue portada tanto por niños como adultos.
Una vez más, protagonizaron carreras por las calles con látigos en la mano haciendo oír sus chocas y despertando la admiración del público.
La villa se llenó de vecinos y visitantes que no quisieron perderse este momento y que, posteriormente, se desplazaron hasta la vecina localidad de Xinzo para introducirse de lleno en el carnaval. Y es que los participantes consideran que lo ideal era compaginar el corredoiro en las dos localidades, aprovechando el espectáculo de Verín y viviendo el disfraz en Xinzo.
La villa se llenó de vecinos y visitantes que no quisieron perderse este momento y que, posteriormente, se desplazaron hasta la vecina localidad de Xinzo para introducirse de lleno en el carnaval. Y es que los participantes consideran que lo ideal era compaginar el corredoiro en las dos localidades, aprovechando el espectáculo de Verín y viviendo el disfraz en Xinzo.