ENTREVISTA

Lara da Silva: "Creo que la resiliencia es la mayor baza de la DO Monterrei"

Lara Da Silva, presidenta de la DO Monterrei.
photo_camera Lara Da Silva, presidenta de la DO Monterrei.

Aunque Lara Da Silva Rodríguez -1989- ejerce de abogada, también es la presidenta de la DO Monterrei. Ella asegura que, a pesar de la situación provocada por el Coronavirus, "no hemos perdido la ilusión y todo el equipo recordamos por qué estamos aquí"
 

Lara Da Silva es presidenta del Consejo Regulador de la DO Monterrei desde el año 2017 y es la segunda mujer en el cargo. El funcionamiento de la Denominación también se ha visto afectado por el coronavirus, pero a pesar de ello, desde el Consello Regulador siguen trabajando y adaptándose a las circunstancias.

En estos momentos, ¿cuál está siendo la labor de la DO Monterrei?

Una Denominación de Origen nunca para, a pesar de las pandemias mundiales. Nos debemos a nuestro sello de calidad y a quienes ampara. De hecho, la DO Monterrei fue la primera denominación de origen gallega en reactivar su calendario promocional, eso sí, con un escrupuloso y estricto protocolo anti covid. Ahora mismo estamos ultimando el calendario de promoción para este año, pero ciertamente no está siendo una tarea sencilla, porque en las últimas semanas los acontecimientos se siguen precipitando. A pesar de ello, existe mucho más trabajo como es el relativo a ser garantes de la calidad y origen de cada botella que se pone en el mercado amparada por el sello de calidad Monterrei. Por cierto, labor esencial que repercute, en la defensa del consumidor, de todos aquellos que forman parte de la cadena de valor añadido.

A pesar de que la Denominación no para, ¿se ve afectado el sector tan seriamente por esta pandemia del covid-19?

Rotundamente sí. Desde el punto de vista de la administración, sinceramente, no están siendo unos meses fáciles. Evidentemente la pandemia ha hecho que tengamos que establecer un protocolo estricto en nuestras oficinas con turnos de trabajo, restringir ciertas actividades durante ciertos periodos...hasta lo más visible: calendarios promocionales oscilantes, dificultad en el cierre de eventos, cancelación... A veces se hace frustante para los que estamos en el Consello... pero no hemos perdido la ilusión y todo el equipo recordamos por qué estamos aquí, y todo el trabajo que otros hicieron para poder llegar a donde estamos. Eso nos impulsa a ser mejores y a seguir trabajando e intentando mejorar.

¿En qué aspectos concretos se vieron afectados los productores?

El cierre de la hostelería fue un duro revés en las ventas de vino. El incremento en las ventas de la alimentación, pese a ser un hecho contrastado, no compensa el descenso de ventas y desde luego la caída del turismo tampoco. Con todo, creo que la resiliencia es la mayor baza de la Denominación de Origen Monterrei. El sector primario, y en él el del vino, siempre ha salido adelante a pesar de los peros... y de las limitaciones impuestas por las diferentes administraciones, o los propios prejuicios sociales...y sigo confiando en esa capacidad.

Debido a las restricciones tampoco se celebró la Feria del Vino. 

En el sentido puramente económico no afectó directamente a la Denominación, pero sí de manera indirecta, porque las más afectadas son las bodegas participantes y, como no puede ser de otra manera, la propia comarca. Debemos entender que este evento, al margen del alto valor sentimental que tiene para todos nosotros crea también en la comarca, durante ese fin de semana un flujo económico del que nos beneficiamos todos: comercios, bares, restaurantes, hoteles...

¿Y la Ruta del Vino de Monterrei se vio perjudicada?

Sí. Todo se ha visto afectado. En el año 2019, y a principios del 2020 habíamos firmado sendos convenios con distintas entidades. Uno de los proyectos más ambiciosos fue el convenio suscrito con la Agencia de Turismo de Galicia, en conjunto con las otras Rutas gallegas, para la creación de una plataforma de experiencias enoturísticas, pero todo se ha retrasado. Y la realidad del sector turístico también se ha visto fuertemente afectada por la Covid-19. Es necesario que las autoridades entienden la necesidad de un proyecto conjunto de recuperación del sector.

A pesar de esta complicada situación, ¿los resultados de la vendimia fueron los esperados?

Sí. En los últimos años venimos realizando estudios internos de muestreo precampaña, con los que concluímos una horquilla de rendimientos por variedad y, por ende, podemos realizar de manera aproximada una estimación de resultados. Con todo, es cierto que hasta que se termina oficialmente la campaña de vendimia, dichos datos pueden sufrir oscilaciones puesto que dependemos de muchos factores externos.

No todo fue malo, además en noviembre se reconocieron en torno a 60 vinos por su calidad en la Guía Peñín, ¿qué supone esto para la DO?

Un gran orgullo. Siempre es una buena recompensa que se reconozca el trabajo y el esfuerzo de todas y cada una de nuestras bodegas, y de nuestros viticultores. Ellos son los mejores embajadores que nuestro sello de calidad tiene. Por eso, para Denominaciones como la nuestra, cuyo volumen es limitado, y por tanto nuestro impacto también, siempre es gratificante y alentador, que guías de prestigio, le descubran al consumidor y a los prescriptores en general, nuestras pequeñas joyas: vinos personales y con carácter.

¿Qúe diferencia a la DO Monterrei de otras Denominaciones?

Como siempre digo, el territorio y la tradición vitivinícola. El primero le aporta personalidad y esencia a nuestros vinos, y el segundo aporta cuerpo, aspecto... todo ello se une, se complementa con la pasión de nuestros operadores que viven todo el proceso con mucho esfuerzo, trabajo y con esa pasión de quién entiende esto como una forma de vida y no sólo como un negocio.

¿Cuáles son las debilidades y fortalezas de esta Denominación de Origen?

Realmente aquí tengo mis dudas, porque curiosamente con la Denominación me ocurre que, a pesar de realizar un análisis DAFO, prácticamente todo lo que podríamos ver como debilidades son precisamente también fortalezas, porque es la esencia personalísima de nuestro producto. Imagínese por ejemplo lo que antes comentaba como un volumen limitado, lo que también supone menor presión en el mercado, es precisamente también una fortaleza. No fabricamos botellas de vino en masa, elaboramos, mimamos, cuidamos los detalles... Por lo tanto, aunque no me gustaría pecar de un exceso de positivismo, y pandemias a parte, creo que Monterrei puede llegar a donde se proponga.

¿Qué mensaje quisiera transmitir cara al futuro?

Quisiera ser realista y apelar al sentido común y a la coherencia de las distintas administraciones. Hoy más que nunca es importante no poner más piedras en el camino del administrado. El tejido empresarial se ha debilitado y aún es difícil saber cuál va a ser el alcance de todo lo que está pasando. Por ello es fundamental que el Gobierno nos vea como un sector receptor de fondos europeos para la recuperación de la economía española y que estos lleguen al conjunto de operadores, en su mayoría pequeñas y medianas empresas, contribuyendo al desarrollo del sector en cuestiones clave como la sostenibilidad, la digitalización o la simplificación administrativa. Por eso, también es necesario que las ayudas se trabajen con resultados al igual que los planes de recuperación. Si conseguimos llevar a cabo esto, tal y como ya dije somos un sector resiliente y en cierta medida bastante saneado. Así que tengo plena confianza en que saldremos adelante.

Y para finalizar, ¿cómo describiría la palabra "vino"?

Describiría "vino" como arte. 

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