Castrelo do Val se engalana para vivir la Navidad. Y lo hace de una manera muy peculiar: adornando la localidad con variadas figuras con material reciclado y natural de la mano de los vecinos. “Eu penso que o máis importante é que as cousas que se fagan así de Nadal teñen que partir da veciñanza, e así foi, por suposto nós apoiámolos e axudamos en todo o que nos pidan”, anota Vicente Gómez, alcalde de Castrelo, orgulloso de la implicación vecinal para convertir Castrelo en un escenario cargado de magia e ilusión.
Todo comenzó el pasado año, cuando Aurora Núñez y un grupo de mujeres del pueblo decidieron adornar “un poquito” el pueblo. Este año fueron a más y llenaron de renos de madera, belenes, árboles y muy variadas figuras Castrelo do Val. Una ruta digna de hacer a pie para descubrir en cada esquina de este núcleo rural un ingenioso adorno, todos ellos hechos al más puro estilo del municipio: “Naturalmente”, como anota el Concello en su eslogan.
Un belén con cápsulas de café, otro con piedras del río, un árbol de Navidad con todos los nombres de los pueblos, un muñeco de nieve y un Papá Noel. Pintura sobre madera y troncos hechos animales, así como botellas coloreadas en los árboles para alumbrar en la noche. Esas son las luces y los adornos de Castrelo do Val, todos hechos a coste cero con el material que hay “por casa e o que nos van deixando”, anota Núñez, quien considera que “isto é algo diferente ao que nos estamos acostumando, fuxe do estilo de Vigo e trata de facelo máis humano”.
Y todo por hacer del rural un lugar especial. “Levo moitísimos anos vivindo en Castrelo e vexo que aquí cando nos implicamos todos nalgo, todo funciona mellor, entón animámonos a poñer adornos pola aldea, e vimos que todo o mundo botaba unha man. A colaboración é a maneira de crear unión entre os veciños e é ben bonito”, explica Aurora Núñez, quien empezó en el verano a preparar la decoración navideña convencida de que la iniciativa ayudaría a dar “vida” al rural, así como a aquellos que viven solos y, con iniciativas como estas, se sienten arropados.
Unos adornos de Navidad caseros y reciclados que han hecho de Castrelo una gran familia. Ahora, para no perder la magia, Aurora y los demás vecinos también colocarán un buzón real en O Terrón, donde se ubica el “photocall” de los Reyes Magos, para que los más pequeños se fotografíen con ellos. Y tras esta Navidad, en Castrelo ya comenzarán a pensar en la del año que viene, que extenderán la decoración a los núcleos rurales del municipio, “porque eles tamén teñen que desfrutar desta sensación”, concluye Núñez, mientras contempla cómo quedó Castrelo tras la unión y colaboración vecinal. n
