Tras siete años perdida en Portugal, Linda, una perra de raza sabueso español, regresó a casa poco antes de Navidad. Su dueño, el vecino y cazador de la localidad de Carballo (A Coruña) Horacio Calvo, aún no acaba de creérselo. 'Estoy muy feliz, contento de recuperar la perra. Hasta tengo miedo de sacarla de casa por temor a que se me vuelva a extraviar', explica el cazador.
La historia de Linda comenzó hace siete años, cuando Horacio Calvo la trasladó al municipio de Calvos de Randín para cazar jabalíes. Entonces era apenas un cachorro, 'tenía 15 meses. Era la primera vez que salía a cazar', recuerda su dueño.
Quizás debido a la falta de experiencia, el animal se extravió y Horacio Calvo, por más que la buscó en el monte, tuvo que regresar a Carballo sin ella. 'La busqué durante días, ahora ya la daba por muerta', apunta el cazador.
Pero nada más lejos de la realidad. Linda reapareció el pasado 6 de diciembre en el municipio portugués de Vinhais, limítrofe con el de A Mezquita. Una patrulla de la Guardia Nacional Republicana (GNR) la encontró vagabundeando por las localidades del entorno y, tras recogerla, la entregaron en la perrera municipal de Vinhais. 'Cuando la recogimos nos percatamos de que tenía un microchip que no figuraba en la base de datos portuguesa', explicó el gerente de la perrera, Duarte Lopes.
Así, desde la perrera portuguesa solicitaron la colaboración de las autoridades sanitarias que, a su vez, contactaron con el veterinario de A Mezquita, Ramón Bembibre Rodríguez, que les indicó que el microchip que tenía el animal figuraba en la base de datos del registro de animales de la Xunta de Galicia. Este veterinario, en colaboración con los responsables sanitarios lusos, localizó al dueño de Linda -que la fue a recoger nada más recibir el aviso- gracias al número de microchip. 'Me puse en camino ese mismo día', explica Horacio Calvo, que temía que Linda ya no lo reconociera. 'Tan pronto me vio, se vino hacia mí, llena de alegría. Me reconoció al momento. También tengo que decir que es una perra muy cariñosa', añadió el cazador.
Linda se recupera ahora con su dueño en la localidad coruñesa de Carballo. 'Está un poco más delgada, pero lo que más me preocupa es poder perderla de nuevo si la saco al monte', apuntá Horacio Calvo, sin explicarse dónde estuvo todo este tiempo. 'Seguro que, tras extraviarla yo, alguien la recogió y ahora se volvió despistar cuando estaba cazando en el monte. No encuentro otra explicación. De todas formas, estoy contento de recuperarla', asegura el cazador.
Quizás debido a la falta de experiencia, el animal se extravió y Horacio Calvo, por más que la buscó en el monte, tuvo que regresar a Carballo sin ella. 'La busqué durante días, ahora ya la daba por muerta', apunta el cazador.
Pero nada más lejos de la realidad. Linda reapareció el pasado 6 de diciembre en el municipio portugués de Vinhais, limítrofe con el de A Mezquita. Una patrulla de la Guardia Nacional Republicana (GNR) la encontró vagabundeando por las localidades del entorno y, tras recogerla, la entregaron en la perrera municipal de Vinhais. 'Cuando la recogimos nos percatamos de que tenía un microchip que no figuraba en la base de datos portuguesa', explicó el gerente de la perrera, Duarte Lopes.
Así, desde la perrera portuguesa solicitaron la colaboración de las autoridades sanitarias que, a su vez, contactaron con el veterinario de A Mezquita, Ramón Bembibre Rodríguez, que les indicó que el microchip que tenía el animal figuraba en la base de datos del registro de animales de la Xunta de Galicia. Este veterinario, en colaboración con los responsables sanitarios lusos, localizó al dueño de Linda -que la fue a recoger nada más recibir el aviso- gracias al número de microchip. 'Me puse en camino ese mismo día', explica Horacio Calvo, que temía que Linda ya no lo reconociera. 'Tan pronto me vio, se vino hacia mí, llena de alegría. Me reconoció al momento. También tengo que decir que es una perra muy cariñosa', añadió el cazador.
Linda se recupera ahora con su dueño en la localidad coruñesa de Carballo. 'Está un poco más delgada, pero lo que más me preocupa es poder perderla de nuevo si la saco al monte', apuntá Horacio Calvo, sin explicarse dónde estuvo todo este tiempo. 'Seguro que, tras extraviarla yo, alguien la recogió y ahora se volvió despistar cuando estaba cazando en el monte. No encuentro otra explicación. De todas formas, estoy contento de recuperarla', asegura el cazador.
