Los pimientos de Oímbra son los protagonistas. Pero también lo fue el buen ambiente, la música, los numerosos puestos de alimentación, artesanía y maquinaria, así como la afluencia de vecinos y visitantes durante todo el día. Y es que Oímbra celebró ayer la XXVI Feira do Pemento, dejando un buen sabor de boca entre los participantes. Más de 1.500 kilos de pimientos repartidos -gratuitos- y unas 600 personas que se sumaron a la comida popular.
Las expectativas eran buenas. Y se cumplieron. “Cerramos a lista para comer porque era moita xente, e estamos contentos porque a feira cada vez acolle máis xente e ano tras ano imos crecendo”, aseguraba Ana Villarino, alcaldesa de Oímbra, orgullosa del ambiente que se respiró en esta edición. Esa sensación también la percibieron desde el puesto de pimientos fritos, que contaban con más de 1.500 kilos “e máis reservas por se fixera falta, pois son moitas horas, todo o día, repartindo pementos, a xente encántanlle”, comentaba Silvia Loureiro, una de las encargadas de llenar los estómagos de los presentes.
Entre puestos de artesanía, alimentación, negocios del término municipal y exposición de maquinaria, además de hinchables gratuitos para los pequeños, destacaba la música. De la mano de la charanga Achicoria, jóvenes y mayores bailaron durante toda la mañana, para continuar con la animación musical a cargo de la charanga Los Támega. Y si por si los bailes fueran pocos, Susana Seivane puso el broche final a esta Feira do Pemento de Oímbra a las 21,00 horas.
