La parálisis de la construcción en Verín no sólo ha desplomado el negocio del ladrillo en Verín (el 2007 es el año de menor facturación de la última década) sino que aumentan los despidos por falta de actividad en el sector y de 900 empleos directos que genera se prevé una pérdida de 200 a finales de diciembre, según la Asociación de Constructores. Además, ha generado el descenso de ingresos del comercio, la hostelería y empresas. Ahora, las asociaciones se unen para exigir medidas que frenen la crisis.
La economía de Verín no atraviesa su mejor momento. La parálisis de la construcción desde el mes de febrero (fecha en la que fue anulado el plan urbanístico por el Tribunal Supremo) no sólo ha supuesto el menor movimiento del sector de la última década (nueve millones de euros) al bloquear las licencias sino que ha generado un efecto en cadena en el descenso de ingresos del comercio, la hostelería y empresas.
Los representantes de dichos sectores mantuvieron ayer por la noche una reunión para abordar la situación de la villa y acordaron unirse para exigir a la Xunta y Concello una solución que desbloquee el urbanismo en la villa. Si con el diálogo no lo consiguen, no descartan promover movilizaciones.
El presidente de la asociación de constructores, Rafael López, dice que de los, aproximadamente, 900 empleos directos que genera el sector, se prevé que a finales de diciembre se habrán perdido 200 ya que los despidos por falta de actividad, que se iniciaron en el verano, están aumentando. Somos 40 empresas asociadas. Cada una ha despedido o está empezando a hacerlo a una media de tres a seis trabajadores. Algunas ya han cerrado. El panorama no es nada halagüeño, explicó.
El comercio lo está notando. Ahora se compra menos y no sólo en empresas auxiliares (fontanería, aluminio, carpintería) sino en general. Se aprecia un claro descenso de ingresos, expone el presidente de la Asociación de Empresarios de Verín (Aever), José Ángel Rodicio, que apunta que el problema urbanístico no sabemos si es culpa del Concello o de la Xunta, pero tendrán que resolverlo.
Los representantes de dichos sectores mantuvieron ayer por la noche una reunión para abordar la situación de la villa y acordaron unirse para exigir a la Xunta y Concello una solución que desbloquee el urbanismo en la villa. Si con el diálogo no lo consiguen, no descartan promover movilizaciones.
El presidente de la asociación de constructores, Rafael López, dice que de los, aproximadamente, 900 empleos directos que genera el sector, se prevé que a finales de diciembre se habrán perdido 200 ya que los despidos por falta de actividad, que se iniciaron en el verano, están aumentando. Somos 40 empresas asociadas. Cada una ha despedido o está empezando a hacerlo a una media de tres a seis trabajadores. Algunas ya han cerrado. El panorama no es nada halagüeño, explicó.
El comercio lo está notando. Ahora se compra menos y no sólo en empresas auxiliares (fontanería, aluminio, carpintería) sino en general. Se aprecia un claro descenso de ingresos, expone el presidente de la Asociación de Empresarios de Verín (Aever), José Ángel Rodicio, que apunta que el problema urbanístico no sabemos si es culpa del Concello o de la Xunta, pero tendrán que resolverlo.
