El sol reinó ayer en Monterrei. Acompañó a la treintena de personas que se sumergieron entre los caminos de la Vila de Monterrei para descubrir las infinitas variedades de setas que esconden sus tierras. Y es que el Concello, a través de la oficina de turismo, organizó el IV Paseo Micológico, un evento al que este año se anotó “moita xente”, explicaban los técnicos de Monterrei.
“Esta actividade trata de facer unha andaina polos distintos ecosistemas do entorno da vila e en cada un deles ir identificando as especies de cogomelos que hai”, anotaba Rafa Castro, ingeniero agrónomo y encargado de guiar el paseo, antes del comienzo de la caminata. Allí, una participante preguntaba sobre una especie que llevaba consigo y Castro aclaró que “o ideal é identificar as setas en vivo, e así aprenderemos a actitude que debemos manter na natureza”.
Con las primeras nociones básicas interiorizadas, los participantes emprendieron su camino en busca de champiñones, boletus y níscalos, entre otros. “Viñemos un grupo de amigos porque hai algúns que son uns apaixonados deste mundo, pensamos que é unha forma de saber o que vale e o que non para gañar información sobre as setas”, explican Mónica Márquez y Amalia Cebrián. Como ellas, Luz Novoa y Pilar Rodríguez también decidieron anotarse para conocer más sobre este mundo: “É algo moi interesante, pero tamén é moi importante coñecelas ben para non arriscarnos”, comentaban.
Más allá de vecinos de la comarca, hasta Monterrei se acercaron unos residentes en Santiago de Compostela: “Viñemos a pasar o fin de semana cuns amigos e como o mundo micolóxico nos interesa, anotámonos, é unha maneira moi bonita de coñecer a zona”, relataban Carmen Rei y Miguel Vilariño. Y de Marbella llegaba Lola Pereira, quien está pasando una temporada en Verín y tiene claro que es importante integrarse: “Estamos conociendo el territorio e integrándonos en sus costumbres, el mundo micológico y esa afición por salir al campo a buscar setas me fascina, y aquí estoy aprendiendo”.
Y para finalizar, los participantes degustaron las variedades de setas recogidas. La cita fue en la taberna Sousón, donde la cocinera Begoña Vázquez preparó en los fogones estas “delicias”. “É a primeira vez que facemos isto no Sousón e faime ilusión, eu anótome a un bombardeo”, contaba Vázquez, mientras preparaba con mimo y esmero las setas, protagonistas de la jornada en Monterrei.
